CAPÍTULO 20

270 16 2
                                    

Niñas en este capítulo entra un nuevo personaje, Julene Zanoli, pero no se dejen engañar, ella podría sorprendernos a muchos o quizás, podría hacer que la odiemos más, el segundo libro vendrá con nuevas sorpresas👀👀, así que mientras conozcanla, la mejor amiga de uno de los personajes que tendrá gran relevancia en el segundo libro como en este, así que muy atentas 👀❤️porque vaya que estas dos darán de qué hablar.

Disfruten del capítulo, hermosas, gracias por el apoyo que he estado recibiendo últimamente, lo valoro mucho, les agradezco el tiempo que me dedican, de corazón gracias. 🙏✨❤️

-----------------

EDRICK

Cuando Antonie me pidió que regresara a New York me negué, no quería tener que volver a verlo, ni a él, ni a mi hermano, el hijo predilecto, él hijo que mi padre si quería, y el hermano que jamás sentí como uno.

Mi madre siempre trató de unirnos, pero se fue de este mundo sin conseguirlo, y mucho menos después de lo que pasó hace años.

No entendía por qué Antonie me quería con tanta urgencia de regreso, ni mucho menos entendía por qué sacó de la vicepresidencia a mi hermano, para dármela a mí, eso no le agradó al hijo favorito, que ahora parecía odiarme más de lo común.

Pero como me negaba en regresar aún con eso, así que Antonie aceptó algo que fue lo único capaz de hacerme volver y dejar atrás mi vida de soltero en los Ángeles, además de convencerme con algo más, algo a lo que jamás podría decirle que no, porque es lo que me correspondía.

Mis condiciones solo eran que solo lo vería para asuntos estrictamente necesarios dentro de la empresa, y a mi hermano no tendría que verlo casi nunca, ya que él se iría a Chicago.

No le quedó más que aceptar esas condiciones, que eran básicamente mantenerme lo más alejado posible de ellos.

Cuando llegué a la empresa, tras observar a sus hermosas empleadas pensé en que quizás ahí también podría divertirme a lo grande, típico de Antonie Davis que solo contraté a personas con excelente imagen física, era un hombre vanidoso y superficial, además de que solo yo sabía de su pequeño defectito.

Me asignaron una asistente personal que se pondría a mi disposición ese mismo día, esperaba que fuera guapa, para divertirme con ella y celebrar mi bienvenida a la ciudad.

Pero cuando la vi llegar no pude despegar mis ojos de aquella chica de grandes ojos azules, no solo era guapa, con ese cuerpo curvilíneo y esbelto y unos labios que eran pecado, todo en ella debería considerarse pecado, era muy bella, hermosa, además de ser una de las empleadas más competentes y preparadas dentro de la empresa en muy poco tiempo, algo realmente increíble para una chica de su edad.

Ella me atraía de una forma extraña, una forma que hace mucho tiempo no había sentido, por un momento pensé en seducirla y llevarla a mi cama rápidamente, lo intenté, pero esa inocencia que reflejaba en sus ojos no me lo permitió, simplemente me fue imposible usar mis armas de seducción con ella, no entendía que tenía esa chica de especial para que algo dentro de mí se reusara a hacer con ella lo que había hecho con muchas antes.

Verla se estaba volviendo una necesidad, escuchar su voz se volvía un placer que me hervía la sangre, odiaba que aquella chica me provocara estas sensaciones, y como si fuera poco esa platica en el avión me había dejado aún peor.

Ya la comenzaba a conocer mejor, y esperaba que tras hacer eso aquella sensación desapareciera, esperaba que se tratara de otra mujer superficial y ególatra, pero Allison era todo lo contrario, solo provocó que mi necesidad creciera, la deseaba, era peligroso tenerla cerca. Quería que esta noche se viera perfecta, que pudiera percatarse de lo hermosa que es, que dejara esas inseguridades que reflejaba a veces, al menos solo por hoy, y ni siquiera sé por qué eso me importa.

VOLVER A VERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora