CAPÍTULO 19

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ALLISON

Una hora después Edrick y yo estábamos dentro del jet, era algo completamente nuevo para una chica como yo, sillones elegantes y cómodos, dos separados a los lados, y cuatro alrededor de una pequeña mesa, todo el lugar y la atención claro que no tenían nada que ver con viajar arriba de un avión de tercera clase como a los que me había subido.

– Señor Davis, ¿gusta algo de tomar? – pregunta a mi jefe la muy guapa aeromoza.

– Whisky – contesta apenas mirando a la chica que le brindaba una amplia y seductora sonrisa.

Era lógico que un tipo con el físico de Edrick captara su atención, pero él parecía no estar interesado.

– Señorita, ¿usted gusta algo de tomar? – me pregunta a mí.

– Una limonada por favor – le pido.

– Enseguida – asiente – con permiso – se retira.

– ¿No tomas alcohol? – me pregunta Edrick.

– Si, me gusta el tequila, pero solo cuando salgo de fiesta, y no suelo tomar en exceso.

Me sorprende un poco que me haga preguntas informales de repente, pensé que yo debería ser la interesada en conocer sus gustos y demás, para poder hacer mi trabajo de una forma aún más eficaz.

– ¿Tienes novio? – hace otra pregunta informal, esta vez una todavía más personal y directa.

Sabía que Edrick no me trataba de la forma que se espera entre un jefe y una empleada, pero su pregunta si me tomó por sorpresa.

– Amm algo así...

– ¿Algo así? – enarca una ceja.

– Es complicado – contesto sin saber qué debo responder. Gabriel no me lo ha pedido, pero delante de todos lo afirma. Por el contrario, yo no me siento segura de afirmarlo ante los demás, no sin que me lo proponga – pero si tengo algo con alguien.

– ¿Llevan mucho conociéndose?

– ¿No te parecen estas unas preguntas demasiado personales? – le pregunto ya un poco incomoda en mi asiento.

– No, no me lo parece, quiero conocerte un poco.

– ¿Por qué?

– Porque eres mi asistente personal, vamos a convivir de una forma muy cercana durante bastante tiempo quiero pensar, así que quiero que nos conozcamos más, puedes preguntarme algunas cosas tú también, si así lo quieres.

Edrick Davis, el casanova, el mujeriego, el frío, el arrogante, el que trata a todos con desinterés y poco tacto, ¿le interesa conocerme?

– Llevamos poco – le respondo. No es algo que quiera ocultar, por el contrario.

– Bien, ahora puedes preguntarme algo personal tú también.

– Su bebida señor – llega la azafata interrumpiéndonos antes de que pudiera formular una pregunta – señorita su limonada– me entrega mi bebida.

– Gracias – le contesto mientras ella se retira nuevamente dejándonos solos otra vez.

– ¿Nunca has tenido ninguna relación formal con nadie? – pregunto ahora yo, siendo esta la primera pregunta que se me viene a la mente.

– Si – responde con la misma cara que siempre lleva, una fría imposible de descifrar – supongo que esa vieja noticia existe todavía en internet.

– No soy de investigar a las personas, ni leer revistas de chismes.

– Creí que todas las mujeres hacían eso – dice un comentario un tanto machista.

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