CAPÍTULO 22

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Este capítulo es tenso, pero muy hermoso, íntimo de una forma bonita, así que espero que les guste. ❤️

Gracias por el apoyo, disfruten. ❤️🫂

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ALLISON

Los extraños gestos de Zafir habían empezado con pequeñas caricias que podían considerarse de cariño, para que luego de días llegaran a caricias incomodas que se volvían asco.

Zafir se había ganado mi confianza desde que me salvó de una violación por parte de Roberto y su grupo de amigos, me había cuidado desde ese día, Roberto y sus amigos no volvieron a molestarme.

Un día me encontré con Roberto en el pasillo, llevaba la nariz inflamada y morada, como si hubiera recibido un fuerte golpe en ella, en cuanto me vio se puso nervioso y se regresó por donde venía evitándome, nunca comprendí aquello, solo sé que no volvieron a acercarse a mí desde ese día.

Con el nuevo trato hacia mí por parte de Zafir pensé que por fin alguien dentro de este horrible sitio empezaba a tener una especie de lástima y cariño genuino por mí, que alguien por fin se compadecía.

Al principio no veía mal su forma de hablarme, de mirarme, de tocarme... eran pequeños gestos sin importancia, como los que tendría un amigo o tío hacia mí, pero cuando sus toqueteos fueron excediéndose hasta ponerme incomoda, sabía que algo no estaba bien, ahora comenzaba a tenerle miedo, miedo de encontrármelo, de tenerlo cerca, de que me hiciera algo, la forma en la que miraba y tocaba ya no era como al principio, comenzaba a asustarme.

Luego de varias semanas, un día estaba sola en el cuarto que compartía con varias niñas, mientras los demás comían, la directora me había castigado dejándome sin la comida de ese día, porque no había puesto atención a la clase de matemáticas de la mañana, por estar pensando en que no quería tener que encontrarme más a Zafir, una de las maestras se lo había reportado. No recibí golpes ese día, pero si un castigo absteniéndome del alimento.

Zafir entró a mi habitación tapándome la boca mientras yo estaba acostada de lado sobre mi cama mirando hacia la ventana, no lo había escuchado entrar, parecía que había entrado con tanto sigilo que me fue imposible escuchar, solo sé que ahora me tapaba la boca de modo que me era imposible gritar por ayuda.

Si no gritas, no te haré daño Allison, solo vamos a divertirnos un poco – habla cerca de mi oído – no hagas nada estúpido ¿bien? – dijo provocándome un escalofrío.

Volvía a sentir ese miedo que sentí antes con Roberto y sus amigos, incluso todavía podía sentir sus asquerosas manos en mí cada que me miraba al espejo.

Lágrimas empezaban a escurrir de mis ojos, todo mi cuerpo temblaba y palidecía, él podría hacerme lo que quisiera en este momento, y poco importaba que me tapara la boca mientras me tenía sujeta con su gran fuerza, porque el orfanato era tan grande que sería imposible que alguien escuchara mis gritos de auxilio. Las habitaciones de las niñas estaban en otro pequeño edificio lejos del edificio principal donde se encontraba el comedor en donde estaban todos.

Voy a soltarte y no gritarás ¿de acuerdo? – me advierte – porque no quisiera golpear esa bella carita que tienes Allison – me dijo en tono amenazador.

Yo asentí por miedo, dejando que se confiara, para luego buscar la forma de salir corriendo, en cuanto bajo su mano y soltó su agarré, me giré hacia él, y lo golpeé con la rodilla en los testículos. Mientras se quejaba de dolor salté corriendo hacía la puerta, pero justo en el momento en que estaba cerca, el dolor en mi cuero cabelludo cuando me jalaba fuertemente con su mano me hizo detenerme, tirándome al piso como si no pesara nada, mientras me daba una fuerte patada en el estómago que me dejo sin aire, el dolor comenzaba a aumentar y trataba de recuperar el aire de mis pulmones cuando otra patada me fue dada nuevamente.

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