VOLVER A VERTE

CAPÍTULO 37

Un capítulo muy intenso 👀⚠️❤️‍🔥(Escenas +18).

Gracias por continuar apoyando mi historia niñas, no saben lo mucho que me alegra que les vaya agradando, recuerden dejar sus comentarios, diganme ¿qué personaje es su favorito? las leo. ✨❤️

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ALLISON

Más tarde estamos en el gimnasio Evolution, Alejandra, Aera, Maria y yo nos quedamos observando el enorme lugar de dos pisos, es dos veces más grande que el gimnasio a donde pretendíamos ir, con un contraste entre negro y gris, el costo y lujo se nota desde los carros de lujo en el estacionamiento y las personas que asisten al lugar, mujeres y hombres con unos cuerpos muy bien trabajados de infarto levantando pesos que yo en mi vida podría levantar, y algunas mujeres con cuerpos que se notaba que habían sido obra maestra de algún cirujano, pero el cual debían mantener.

Llegamos junto a Gabriel, pude notar las miradas de muchas mujeres puestas en él apenas entramos al sitio, Gabriel podía ir con unos simples jeans y una camisa azul celeste con las mangas remangadas casi hasta los codos y aun así lucir como un modelo de pasarela, llamando la atención en cualquier lugar al que fuéramos, con ese cuerpo de adonis y ese rostro, era imposible pasar desapercibido.

– Buenas tardes, pagaré las membresías de las señoritas – habla Gabriel al muchacho de recepción del gimnasio.

– Buenas tardes – saluda él – si, por supuesto – toma la tarjeta negra de Gabriel.

El chico nos pide la información necesaria y entramos al lugar, las chicas le agradecen el gesto a Gabriel, y a los pocos minutos de llegar noto que Miguel llega con el par de amigos que conocí ese día luego del cine con Gabriel, menos mal las cosas ya eran tolerables entre ellos, sabía que Gabriel no estaba del todo conforme, pero entendía el cariño tan grande que le tenía a mi amigo.

– Pequeña minion – me saluda el rubio, ganándose algunas miradas de unas chicas en el gimnasio mientras se acercaba a nosotros – Ale, chicas – saluda al resto – Gabriel – saluda finalmente al ojiazul.

– Miguel – lo saluda sin más con semblante serio.

– Chicas ellos son mis amigos Joseph y Justin, los JJ – se burla.

Todos se saludan y Gabriel me toma de la cintura, me giro para observarlo.

– Debo irme al hospital, ¿estarás bien?

– Si – le respondo – Miguel nos llevará a casa, así que puedes estar tranquilo.

– Bueno, no hizo bien su trabajo cuidándote la última vez – me responde serio.

– Gabriel, estamos en un gimnasio, aquí no pasará nada.

– Bueno, pero cualquier cosa márcame y estaré aquí enseguida – se despide con un ligero beso – ¿ya te dije lo mucho que me pone verte con esos leggins? – me susurra al oído – quisiera llevarte a los baños ahora mismo.

– Llegarás tarde – le susurro esbozando una sonrisa – pero prométeme compensarme esta noche.

– Te doy mi palabra cariño – me besa el lóbulo de mi oreja haciéndome desear entrar a ese maldito baño ahora mismo.

– ¿Es muy necesario que llegues temprano? – me rindo ante el deseo.

– ¿Quién es la impaciente ahora señorita Brown? – me susurra – puedo tomarme unos minutos.

– Vamos – lo tomo de la mano conduciéndonos a los baños de mujeres asegurándonos que nadie nos vea y que no haya nadie.

Estando dentro de una de las duchas, me deshago de mis tenis deportivos y me lanzo a sus brazos, besándolo con vehemencia, su olor característico me invade, el sabor a menta de su boca me llega cuando nuestras lenguas danzan en sintonía y nuestras respiraciones se aceleran.