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CAPÍTULO 21

¡OMG este es de mis capítulos favoritos! 😍😍🫣, espero que les guste, no juzguen mucho a nuestro niño Edrick, recuerden que muchas veces somos los villanos de una historia mal contada 🥺, amé escribir esto que leerán. 😍

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ALLISON

La actitud que tomó Edrick tras escuchar aquel nombre que mencionó la chica trigueña, me causó mucha curiosidad, no debía ser alguien que él quisiera ver o de quien quisiera saber, creo que la chica lo dijo sabiendo lo que provocaría en él, pero la ignoró por completo sin decirle nada.

Julene era realmente hermosa, de piel aceitunada, cabello rizado y grandes ojos oscuros, alta y delgada, parecía una modelo, hija de alguno de los empresarios invitados esta noche o quizás la esposa. Por cómo iba vestida y arreglada se podía notar el estatus social tan alto que tenía. No dije nada al respecto, solo continuamos avanzando mientras Edrick se detenía a saludar a algunos de los muchos invitados hasta llegar a nuestra mesa reservada.

Edrick fue quien abrió el evento, comenzó dando un breve discurso que preparamos para esta noche.

– Los hermanos Davis son muy atractivos ¿no es así? – me habla la voz de la chica de hace un rato, sentándose a mi lado – pero, sobre todo Edrick, el soltero más codiciado, ¿te puedo aconsejar algo?

– Edrick es mi jefe, no me interesa de otra forma más allá de lo profesional – le contesto con seriedad en mis palabras.

Y era verdad. Yo quería a Gabriel, Edrick es muy atractivo y se había mostrado muy cortes conmigo, pero no me interesaba de otra forma.

– Quizás a ti no, ¿pero tú a él?... – me observa esperando una reacción de mi parte, una que no le di – mira chica, no pases de esa línea, porque lo que pasará es que él te terminará utilizando como hace con todas, nunca podrías ser como Caterina – me advierte en voz baja asegurándose de que nadie nos escuche.

– No sé quién es ella, pero créame que no me interesa ser una de las próximas conquistas de mi jefe, no es de su interés, pero para que deje de preocuparse yo tengo a alguien, así que puede estar tranquila – le respondo aclarando sus especulaciones sin sentido.

– Bien – prosigue ella – solo no olvides lo que te acabo de decir, bonita noche Allison – se despide para luego volver a su mesa.

Aplausos comenzaron a sonar cuando Edrick acabó de dar su discurso y volver a nuestro sitio.

– ¿Qué te dijo? – me pregunta mi jefe con una mirada seria luego de sentarse a mi lado.

– ¿Quién? – me hago la tonta tratando de evitar responderle. No quería que supiera las cosas fuera de lugar que me dijo la trigueña.

– ¿De verdad Allison? – frunce el ceño – me di cuenta de que Julene vino, dime que fue lo que te dijo – insiste en tono molesto.

– Me dijo que no pasara de la línea contigo, que solo acabarías utilizándome como al resto de tus conquistas y que yo jamás sería como ¿Caterina? – le confieso finalmente – ¿quién es? – pregunto sin comprender por qué ese nombre es tan relevante.

– Nadie importante, y espero de verdad que no seas como ella.

Fue todo lo que dijo y yo solo decidí ignorar aquello por más curiosidad que tuviera, para luego continuar viendo el evento.

La pista de baile se puso a disposición de los invitados y Heart de Sleeping At Last comenzó a escucharse de repente.

– ¿Bailamos? – me pregunta Edrick sorprendiéndome una vez más, tras ofrecerme su mano para ir al centro de baile. No puedo dejarlo con la mano extendida, así que acepté.

Edrick me toma de la cintura mientras yo lo tomo de sus hombros y comenzábamos a bailar al ritmo de la canción.

Nuestros ojos se encuentran mientras danzamos en total sintonía, no comprendía la sensación en mi estómago, ni la incomodidad que sentía, pensaba en que hacía mal al bailar con él de esta forma, no estaba haciendo nada malo, pero ¿por qué sentía que traicionaba a Gabriel?, no nos decíamos nada, solo nos miramos olvidando por completo que había mil cámaras y ojos en este lugar.

La mirada de Edrick es realmente penetrante e intensa, no bastaba con esos rasgos perfectos, tenía algo especial que te lograba cautivar y provocaba que te perdieras en el misterio de sus ojos, si no me alejaba en este momento es posible que pusiera el primer pie delante de esa línea que mencionó Julene que no debía cruzar.

Cuando reaccionamos al término de la canción nos percatamos al fin de las miradas y cámaras puestas hacia nosotros, habíamos atraído la atención de las personas en la pista y en las que estaban sentadas en las mesas, entre ellas Julene que estaba sentada al lado de un señor mayor, que por sus rasgos en común deduzco que es su padre, la chica trigueña me miraba con una media sonrisa de lado, mientras negaba con su cabeza, un gesto que parecía decirme te lo dije.

– ¿Podríamos sentarnos? – le pido a Edrick más bien deseando desaparecer mágicamente de este lugar. Pero debía estar aquí hasta que mi jefe quisiera irse, y casi podría jurar que leyó mis pensamientos.

– Si quieres irte, podemos irnos, yo tampoco quiero estar entre estas personas – contesta. Cosa que me alegra de verdad.

– Si, por favor – le digo con suspiro de alivio.

– Bien, vamos – comenzamos a retirarnos.

Cuando intentamos salir de aquel salón sin que Edrick se despidiera de nadie, las cámaras evitaron que siguiéramos nuestro camino.

– Señor Edrick, ¿nos permite unas preguntas antes de que abandone el evento? – pregunta uno de los reporteros.

– Que sea rápido – responde mi jefe con poco agrado.

– ¿Es verdad que no mantiene una buena relación con su familia? ¿son ciertos los rumores de que hubo problemas entre ustedes cuando hicieron el nombramiento del nuevo vicepresidente de la cede principal? – pregunta el reportero.

No puedo describir la mirada que le puso Edrick en ese momento, se tensó por completo a mi lado, apretando uno de sus puños al costado mientras asesinaba con la mirada a aquel muchacho, es esta la mirada que describe aquella frase de asesinar con la mirada, porque si las miradas mataran, ese chico flacucho de cabello oscuro y con lentes ya estaría muerto.

Aquel reportero se intimidó con aquella mirada que le ofrecía el tipo que le sacaba una cabeza y media de altura, bajando la mirada un poco.

– No más preguntas – responde Edrick sin más.

Mientras nos abre paso entre los reporteros con sus cámaras fotografiando cada paso que dábamos.

– Señor Edrick, ¿podría responder a otras preguntas?, señor Edrick...

El trayecto al hotel va bajo completo silencio, un silencio tenso y abrumador. Pero no había manera de que yo dijera algo en ese momento, sabía que fuese lo que fuese que pasara por la mente de Edrick era lo suficientemente malo como para tenerlo en este estado y yo no trataría de intervenir en eso de ninguna forma.

Por fin llegué a mi habitación luego de minutos de viaje que se me hicieron horas interminables, Edrick había bajado del auto sin decir ni media palabra para luego irse directo a su habitación y no volver salir de ella.