CAPÍTULO 2

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ALLISON

El edificio es enorme, cristales por todas sus paredes, una gran puerta corrediza, quince pisos de altura, entro y todo es aún más hermoso, personas elegantes en traje y uniformes que te dedican algunas miradas frívolas, una enorme sala de espera entre matices blancos, grises y negros que contrastan de maravilla con algunas de las paredes que eran de madera oscura, el sitio es lujo puro, y yo trabajaré para este lugar a partir de ahora, contengo la emoción para no gritar y brincar como una loca en este momento.

– Buenos días, soy Allison Brown, vengo por el puesto de recepcionista – le digo a la chica de la recepción del primer piso.

– Ah claro – me sonríe simpáticamente – buenos días, Allison, ya me informaron que eres mi nueva compañera, me llamo Alejandra – se presenta extendiéndome su mano como saludo, la cual acepto sonriendo – a partir de hoy compartiremos este puesto – continúa – pasa a la oficina de la encargada, ella te dirá todo lo que tienes que hacer, y luego ven y yo te daré toda la información que necesitas saber, ¿está bien? por ese pasillo al fondo encontrarás su oficina – me señala con una cálida sonrisa la chica pelirroja de ojos azules.

No puedo evitar mirar el perfecto delineado de sus ojos, jamás podría hacerlo así de perfecto, cuando yo me lo hago casi podría acabarme todo el producto en un solo intento, así que no uso, me rendí hace mucho.

– Entiendo, muchas gracias.

Camino por un largo pasillo pasando por algunas otras oficinas y entre las personas con uniforme blanco y negro con logotipo de la empresa, que andan de un lado para otro, hasta llegar a la oficina de la encargada y tocar su puerta.

– Adelante.

Una mujer morena de cabello rizado se encuentra sentada en su escritorio, recibiéndome con una ligera sonrisa en sus labios. Menos mal parece alguien amable. Cuando piensas en algún jefe te imaginas a una persona déspota y arrogante, pero esta mujer transmite de todo menos ser alguien poco amigable.

– Buenos días, soy Allison Brown, vengo por la vacante de recepcionista – me presento.

– Claro, pasa muchacha, toma asiento, te explicaré todo y luego debes firmar unos documentos antes de ir con Recursos Humanos ¿de acuerdo?

– Claro, entiendo – me siento frente a ella.

Pasamos varios minutos, en donde me explica todo lo que ocupo saber. Me llamó la atención el que mencionara que todos los empleados deben portar un uniforme según el puesto que conforman, pero solo las asistentes personales de los jefes pueden vestir como quieran, siempre y cuando sea ropa formal y adecuada para el trabajo que realizan.

Uno de esos puestos es mi meta por el momento, ser la asistente de alguno de los jefes, allí es donde espero llegar muy pronto, lo conseguiré, me he matado trabajando y preparándome para esto, soy poliglota, aprendí chino mandarín, español, italiano, hindi, turco y ruso, me titulé como el mejor promedio de mi generación, tengo la capacidad para llegar muy lejos, y lo conseguiré.

– ¿Ya quedó todo listo? ¿pasaste después con recursos humanos? – me pregunta la chica pelirroja, después de pasar un rato en RRHH firmando los documentos necesarios para iniciar el trabajo.

– Si, y me dijeron que me explicarías todo lo que necesito saber – le respondo con una media sonrisa.

– Por supuesto, ven acércate – me indica amablemente.

Tras varias horas, en donde comienzo a adaptarme al trabajo, llegan un par de chicas a saludarnos.

– Hola ¿eres la nueva cierto? – me saluda una pequeña rubia de ojos cafés y cejas gruesas.

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