CAPÍTULO 13

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ALLISON

– No me puedo poner eso Alejandra.

Había llegado a mi habitación con un vestido negro brillante corto a medio muslo, de mangas largas y hombros descubiertos, era bonito, pero demasiado provocador para mí, para lo que acostumbraba a ponerme.

– Vamos Allison, te verás guapísima – insiste mi amiga – deja de vestirte como monja.

– No me visto como monja – le contesto con el ceño fruncido.

– Se que no, estoy bromeando claro, pero jamás te he visto en algo así, más sensual, estoy segura de que a Gabriel le encantara, además ¿no quieres dar una buena impresión a sus amigos? – me persuade mirándome con una expresión coqueta alzando las cejas.

– Ale....

– Pruébatelo, si no te gusta busco otra cosa que puedas ponerte, anda... ¿sí? ... – pide haciendo puchero de niña chiquita.

– Está bien – cedo. Era difícil decirle que no.

Me lo probé y admito que me encantaba, el vestido se ajustaba perfecto a mis curvas, pero me apenaba que Gabriel me viera así, aunque una parte de mí aceptaba que me emocionaba que lo hiciera.

– Te ves hermosamente sexy...creo que a Gabriel le va a dar un infarto cuando te vea.

– No lo sé Ale... ¿no es demasiado provocativo? – digo algo indecisa.

– De eso se trata, debes verte guapísima, te presentará a sus amigos, está noche debes estar convertida en una Diosa, te haré un recogido, y un maquillaje perfecto, déjalo en mis manos.

– Es difícil decirte que no – me resigno sonriendo.

– Lo sé, ahora ven aquí, siéntate – me indica – hay que ponernos manos a la obra.

Horas más tarde, estaba mirándome por el espejo, me veía muy bien, Alejandra había hecho un excelente trabajo, ella se encontraba abajo con nuestras dos amigas y Gabriel, dijo que no bajáramos juntas, para que yo me robará todo el protagonismo como escena de película, cuando la chica baja las escaleras y todos se quedan viéndola sorprendidos, no era opción, ya que salió corriendo de la habitación envuelta en un vestido blanco de hombros descubiertos, a medio muslo, con una ligera abertura en el abdomen, que hacía un gran contraste con su cabello rojo, se veía guapísima.

Las palabras de mi amiga fueron escuchadas, porque cuando iba bajando por las escaleras mis amigas, Gabriel, sus amigos y la que parecía ser la novia de Nicolas estaban ya abajo también, todos observándome, mientras dos de sus amigos le palmeaban el hombro sonrientes al chico que no deja de recorrerme con sus ojos azules, mi mirada se centró en él, que me observaba con un brillo especial, una mirada que me decía que está noche tampoco dormiríamos.

– Tendré que conseguir un buen abogado ¿no es así? – me habla en voz baja acercándose a mí, para que nadie escuchara, mientras me cede la mano cuando termino de bajar las escaleras.

– ¿Por qué? – pregunto un poco confundida.

– Porque seguramente romperé la cara de algunos está noche cuando te vean en ese vestido y los ojos se les carguen de deseo como a mí en este momento... – me susurra al oído.

Me ruborizo por sus palabras, comienzo a arrepentirme de ceder ante Alejandra y usar este vestido.

– Es un placer conocerte Allison, soy Anastasia la novia de Nicolas, he escuchado mucho sobre ti – me saluda aquella chica morena acercándose a nosotros dos.

Es mucho más alta que yo y muy hermosa, parece una modelo de revista con esas curvas, su cabello rizado y ese rostro con rasgos finos.

– Mucho gusto – contesto sonriéndole. Parecía ser una chica muy agradable, me cayó bien al instante, tenía un ángel sin duda, muy pocas personas son así.

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