VOLVER A VERTE

CAPÍTULO 26

Este capítulo me saco unas cuántas lágrimas, siempre es difícil no dejarte llevar por el sentimiento de algún personaje, porque de alguna forma mientras escribes, vives la escena, así que sin más los dejo para que sigan leyendo, gracias por seguir mi historia. ❤️🫂

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ALLISON

– ¡Mamá ven a volar la cometa conmigo! – le grito a mi madre que está sentada junto a mi papá, ella me sonríe y corre hacia mí.

– ¡Voy cariño!

Es un campo abierto, repleto de árboles alrededor, el día esta soleado, con un clima delicioso, así que decidimos tener un día de picnic en familia.

– Ten mamá sostenlo ahora tú – le doy a mi mamá el rollo de hilo que sujeta la cometa roja.

– ¡Kaily debemos irnos! – grita de pronto mi padre desde donde se había quedado sentado.

Mi madre y yo soltamos la cometa que se va volando por el cielo, mientras corremos a toda prisa hacia dónde está mi padre que ahora se encuentra con su cara llena de terror.

– ¿Qué sucede Gerard? – le pregunta mi madre preocupada al ver su rostro.

– Cariño debemos irnos, vienen por nosotros – le contesta mientras corremos hacia el auto.

– ¿Quiénes papá? – pregunto con el corazón acelerado mientras mi padre comienza a conducir a toda velocidad por una calle completamente sólida.

– Unos tipos malos amor, pero no se preocupen estaremos bien – dice mi padre tratando de fingir tranquilidad

Aunque sabía que estaba igual de muerto de miedo que nosotras, pero siendo el hombre de la casa como él siempre decía, era su deber mantener la calma para pensar mejor.

– ¡Papá, unas camionetas vienen hacia nosotros! – grito cuando me giro para ver por la luneta de nuestro auto y observo dos grandes camionetas negras polarizadas que se acercaban a toda velocidad hacia nuestra dirección.

– ¡Sujétense! – grita mi padre metiéndole hasta fondo al acelerador tratando de dejar atrás a las camionetas, pero su intento fue en vano, una de ellas nos alcanza y nos interceptan.

– ¡Afuera! – gritan unos hombres encapuchados apuntándonos con un arma.

Mis padres y yo salimos del auto, con las manos arriba.

– ¡De rodillas! – nos ordena uno de los tipos.

Obedecemos y mi madre y yo nos ponemos una a cada lado de mi padre.

– ¡Llévenme a mí, pero no le hagan daño a mi familia! – suplica entre lágrimas mi madre estando a un lado de mi padre

Uno de los tipos toma su arma y le dispara sin piedad a mi madre en el pecho, ella cae y yo grito desgarrándome de dolor al ver la sangre carmesí que sale a mares del pecho de mi madre.

– ¡Mamá! ¡no!

– ¡Kaily! – grita mi padre poniéndose de pie para ir junto al amor de su vida, pero uno de los tipos lo golpea en el hombro con el arma, haciendo que caiga nuevamente de rodillas – ¡Hijos de puta! – grita mi padre fuertemente lleno de dolor viendo como la mujer que ama se desangra delante de sus ojos.

– ¡De rodillas o la siguiente será tu adorada hijita! – lo amenaza el tipo que le ha disparado a mi madre.

– ¡¿Qué carajos quieren?! – grito llena de dolor.