Cap 15

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Franco

Me siento en mi despacho, rodeado de lujo y poder, pero esta noche, nada de esto me proporciona consuelo. Mi mente está atormentada por un pensamiento, un nombre que me sigue como una sombra inquietante: Marcela.

El recuerdo de ella, su mirada desafiante, su belleza, su cabello me consume cada vez más. No es solo un capricho; es una obsesión. Mi mundo, que siempre he mantenido bajo mi control, ha sido sacudido por ella. La forma en que me desafía, cómo parece ser la única que puede desestabilizar mi dominio, me fascina y me enfurece al mismo tiempo.

La noche es densa cuando suena el teléfono. Mi corazón late más rápido, anticipando el significado de esta llamada. La voz al otro lado de la línea es calculadora, un recordatorio constante de las alianzas que he tejido en las sombras.

—El Ministro ha accedido —dice la voz—. Está dispuesto a hacer un trato.

Una oleada de anticipación me recorre. El Ministro del FBI, un hombre astuto que ha jugado en los rincones oscuros de la política y la ley, ha decidido ofrecerme una oportunidad. Su oferta no es pequeña. Está dispuesto a entregarme a su propia hija, Marcela.

—¿Qué más? —pregunto, tratando de mantener la calma mientras mi mente explora las posibilidades.

—Nada que no puedas manejar —responde la voz—. Solo asegúrate de cumplir con los términos. El Ministro no esperará mucho.

Cuelgo el teléfono, mi mente girando a toda velocidad. La imagen de Marcela, bajo mi control, se vuelve más vívida. La idea de tenerla, no solo como un trofeo, sino como una pieza crucial en este juego de poder, me resulta excitante. Mi obsesión por ella se convierte en una herramienta estratégica.

El pensamiento de que ella estará finalmente bajo mi influencia me llena de una satisfacción perversa. No es solo un deseo personal; es una maniobra para consolidar mi dominio. Tener a Marcela no solo me permite infligir un golpe a Viktor, sino que también refuerza mi posición frente a otros aliados y enemigos.

Cada rincón de mi despacho parece volverse más opresivo mientras me imagino el momento en que Marcela se convierta en parte de mi mundo. La frustración de no tenerla aún solo intensifica mi deseo. Ahora, con la oferta del Ministro, la oportunidad se ha presentado en bandeja de plata.

Sigo caminando de un lado a otro, planificando meticulosamente cómo llevar a cabo este nuevo movimiento. Marcela será mía, y cuando eso suceda, no solo habrá una victoria personal sobre Viktor, sino una consolidación de mi poder que no podrá ser desafiada.

El Ministro del FBI ha demostrado ser una pieza clave en este rompecabezas, y ahora que está dispuesto a entregarme a su propia hija, estoy un paso más cerca de asegurar mi dominio total. Cada detalle debe ser manejado con precisión, cada movimiento calculado para asegurar que Marcela y yo estemos unidos bajo mis términos.

Mi obsesión no es solo una debilidad; es una ventaja que voy a utilizar para asegurar mi posición como el rey indiscutible de la mafia italiana. Y cuando finalmente tenga a Marcela en mi poder, mi control sobre todo el juego estará completo

Y está misma noche iré por ella para que sea mía
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Marcela

El ruido en el pasillo me despierta de golpe. Mi corazón late con fuerza mientras me doy cuenta de que algo terrible está sucediendo. Las voces y pasos pesados se acercan, y mi instinto me dice que debo actuar rápidamente.

Antes de que la situación se descontrole, decido hacer una llamada. Mi mano tiembla mientras marco el número de Viktor. La llamada va al buzón, y con desesperación dejo un mensaje.

THE PRICE OF DESIREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora