cap 19

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Viktor

Después de la conversación con Marcela y la dura realidad de cómo la había tratado, me di cuenta de que el estrés y la presión habían nublado mi juicio. Había estado tan enfocado en el trabajo y en resolver los problemas inmediatos que había olvidado lo más importante: el bienestar de Marcela y nuestra relación.

Mientras trabajaba en la cocina, luchando con los papeles y mi propia frustración, vi a Marcela en silencio, preparándose el desayuno con una actitud distante. El peso de mi comportamiento se hizo más evidente cuando noté su tristeza y cómo se mantenía apartada.

Me levanté de la mesa, sintiendo el peso de mis acciones y el remordimiento acumulado. Me acerqué a ella, dispuesto a enmendar mi error. Su mirada evitó la mía, y eso solo intensificó mi culpabilidad.

—Marcela —dije, tratando de suavizar mi tono—, lo siento. No debí haberte tratado así. El estrés me ha afectado más de lo que imaginé, y no me di cuenta de cómo te estaba haciendo sentir.

Cuando levantó la vista, vi el dolor en sus ojos. Me di cuenta de que mis acciones habían tenido un impacto real en ella, y eso me hizo sentir aún peor.

—Está bien —dijo con voz temblorosa—. Entiendo que estás pasando por mucho, pero me heriste con tu indiferencia.

Sus palabras resonaron en mí, recordándome que, aunque estuviera abrumado, no debía dejar que eso afectara a las personas importantes en mi vida. Me acerqué un poco más, buscando una forma de transmitir mi arrepentimiento y mi amor.

—No es excusa para lo que hice —admití—. Te valoro mucho y tus sentimientos son importantes para mí. Lo último que quiero es que te sientas menospreciada.

Marcela se acercó a mí, y en un gesto de ternura y valentía, me dio un beso suave. Sentí el calor de sus labios y el significado profundo de su gesto. Cuando se apartó, sus ojos brillaban con sinceridad.

—Te amo —dijo ella—. Aunque las cosas sean difíciles, quiero que sepas que te amo y que estamos en esto juntos.

Sus palabras me hicieron sentir una mezcla de alivio y gratitud. Me di cuenta de cuánto significaba para mí y cómo, a pesar de nuestras dificultades, su amor y su apoyo eran lo que realmente importaba.

—Te amo también —respondí, mi voz temblando ligeramente—. Gracias por recordarme lo que realmente importa, incluso cuando todo parece complicado.

Nos miramos el uno al otro, el momento creando una conexión renovada entre nosotros. A pesar del estrés y las dificultades que enfrentábamos, su amor y apoyo me dieron una nueva perspectiva. Sabía que, aunque la situación era desafiante, juntos podríamos superarla y encontrar una forma de avanzar con un sentido más profundo de unidad y comprensión.

Mientras estaba en la cocina con Marcela, intentando enmendar el daño causado por el estrés y mis acciones, mi teléfono sonó inesperadamente. Vi que era una llamada de mi padre, Damiano Ranevov. Sabía que no era común que me llamara sin un motivo importante, así que respondí con una mezcla de curiosidad y preocupación.

—¿Hola? —dije, intentando mantener la calma.

—Viktor —dijo la voz de mi padre, sonando grave y profesional—. He estado siguiendo la situación y entiendo que las cosas están complicadas por allí.

Su tono no dejaba lugar a dudas sobre la seriedad de la conversación. Me preocupaba saber qué tenía que decir, y el hecho de que llamara en medio de todo lo que estábamos enfrentando solo añadía una capa más de tensión.

—Sí, hemos estado manejando muchas cosas a la vez —respondí—. ¿Qué novedades tienes?

—Estamos enviando apoyo desde Rusia —anunció Damiano—. Entiendo que la situación está muy tensa, y creemos que podríamos ayudar con refuerzos adicionales. Quiero asegurarme de que tengas todo lo que necesites para superar esta etapa complicada.

THE PRICE OF DESIREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora