Marcela
Me desperté temprano, pero la incomodidad en mi pecho me hacía sentir como si no hubiera dormido en absoluto. Los recuerdos de anoche se repetían en mi cabeza, el beso de Viktor con Catalina, la líder de la mafia mexicana. Mi corazón se apretaba cada vez que lo recordaba, como si cada imagen me desgarrara por dentro.
Me acerqué a la ventana, buscando despejar mi mente, pero lo que vi solo hizo que todo empeorara. Afuera, la mansión estaba rodeada de autos lujosos, uno tras otro, alineados con precisión casi militar. Sentí una punzada de ansiedad al reconocer lo que eso significaba. No era una simple reunión.
Entre los hombres trajeados y serios, mis ojos se posaron en una figura imponente. Kang Jae-Hoon, el líder de la mafia coreana, de pie junto a un Rolls Royce negro, con su expresión fría y distante. Había oído su nombre antes en las conversaciones rápidas de Viktor, pero nunca lo había visto en persona. A su lado, hombres a su servicio, todos con miradas serias, respetándolo sin necesidad de palabras.
Mis manos temblaban. Al lado de otro auto, distinguí al líder de la mafia española, un hombre robusto, con cabello grisáceo y una presencia que llenaba el lugar. Y entonces la vi a ella... Catalina. Vestida impecablemente, con ese aire arrogante que había detestado desde el primer momento. Su mirada recorrió la mansión, como si ya fuera suya.
El corazón me dio un vuelco. ¿Qué estaba pasando aquí? ¿Por qué todos estos líderes estaban reunidos en la mansión? ¿Y por qué Catalina seguía aquí después de lo de anoche?
Me aparté de la ventana con el estómago revuelto, intentando procesar lo que había visto. Algo grande estaba por suceder, y no podía quedarme quieta esperando. No podía seguir siendo una espectadora mientras Viktor jugaba sus cartas, y mucho menos después de lo que vi entre él y Catalina
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El corazón me latía con fuerza, pero necesitaba respuestas. No podía quedarme en mi habitación mientras esa reunión secreta tenía lugar justo bajo mis pies. Me deslicé por las escaleras, cada paso más silencioso que el anterior, escuchando las voces que se mezclaban en un murmullo grave y tenso desde el salón principal.Cuando llegué al pie de las escaleras, la imagen frente a mí me dejó sin aliento.
La gran sala estaba llena de figuras imponentes, algunas de pie, otras sentadas alrededor de la larga mesa de mármol. Cada uno de ellos irradiaba una autoridad peligrosa, como si en cualquier momento una sola palabra pudiera desatar una tormenta de caos y violencia.
Viktor estaba sentado en la cabecera, su expresión fría e impenetrable, con su torso aún vendado después del enfrentamiento con Franco. A su derecha estaba Catalina, la socia de México, su sonrisa altiva jugando en sus labios. Ella no era solo una espectadora, parecía estar en control de una parte crucial de la conversación. No podía quitarme la imagen de su beso con Viktor de la cabeza.
Frente a ellos, en el centro de la atención, se encontraba Kang Jae-Hoon, el líder de la mafia coreana, con su expresión calculadora y mirada aguda. A su lado, el líder de la mafia española, Ignacio del Castillo, un hombre mayor con cicatrices visibles en su rostro, símbolo de años de guerra en las sombras. Sus ojos brillaban con una astucia propia de alguien que ha sobrevivido a todo.
Pero no eran los únicos. Mientras observaba, más figuras entraban en la sala, cada una trayendo consigo una atmósfera de poder.
Giovanni Moretti, representante de la mafia italiana, pero no de Franco, sino de una facción rival, entró con una calma que contrastaba con la tensión en el aire.
Y detrás de ellos, llegó Jean-Luc Duval, líder de la mafia francesa, con una elegancia fría que solo los franceses podían portar. Su mirada recorrió la habitación con desdén, como si ya supiera que la mayoría no estaba a su altura.
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THE PRICE OF DESIRE
Romance: "El precio del deseo es una historia oscura y apasionada que explora los límites del poder, la ambición y el deseo. Una narrativa intensa y emocional que revela secretos y mentiras, y desafía las reglas y los límites." "Una historia de amor y oscu...