Capítulo 13) Por la ventana

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Me quedé paralizada, incapaz de moverme mientras él avanzaba hacia mí. Se acercó con una calma que contrastaba con la furia en sus ojos. Cada paso suyo era firme y seguro, marcando el ritmo de una tensión que me envolvía. Cuando llegó a mi lado, me empujó suavemente contra la pared, su cuerpo presionando el mío de una manera que me dejó sin aliento.

Me encontré atrapada entre la fría pared y el cuerpo cálido de Wades. Su cercanía me hacía sentir vulnerable, pero al mismo tiempo, había una chispa de deseo que no podía ignorar. Cada movimiento suyo era preciso, calculado, y me obligaba a mantenerme en el presente, en el momento incómodo y cargado de tensión que estaba viviendo.Sus manos, con esa seguridad y firmeza que sólo él poseía, comenzaron a explorar mi cintura.

Su toque era firme, pero también estaba cargado de una intensidad que me hacía temblar. A pesar de mi miedo, había algo en su contacto que me mantenía en alerta, haciéndome sentir viva de una manera que no entendía del todo.

-No solo vine a hablar de dinero. -dijo, susurrando en mi oído, haciendo que cada palabra pareciera un latido en mi piel. La proximidad de su cuerpo hizo que su voz resonara en mi pecho, y pude sentir cómo su respiración caliente se mezclaba con la mía.

Mi mente luchaba por mantenerse enfocada, por no dejarse llevar por la sensación de su cuerpo presionando el mío. Traté de mantener la calma mientras él parecía disfrutar de mi incomodidad, moviendo su mano lentamente por mi cintura. Cada toque suyo, cada roce, hacía que mi piel se erizara y mi respiración se acelerara.

-¿Qué quieres de mí? -pregunté, mi voz temblando a pesar de mis esfuerzos por sonar firme. Miré sus ojos, buscando alguna pista sobre lo que realmente deseaba de mí.

Wades se inclinó aún más hacia mí, su rostro tan cerca que podía sentir la calidez de su aliento. Sus ojos, oscuros y profundos, estaban llenos de una intensidad que me desarmaba. Me miraba con una mezcla de desafío y deseo que era imposible de ignorar.

-¿Estás dispuesta a pagar esta deuda de una manera que nunca imaginaste? -murmuró, sus palabras cargadas de un tono seductor que hacía que cada frase pareciera una amenaza velada. El roce de su cuerpo contra el mío aumentaba la intensidad del momento, haciendo que cada latido se sintiera más fuerte y más presente.

Sentí un nudo en el estómago, una mezcla de miedo y una atracción inesperada. Mi mente estaba en caos, intentando encontrar una forma de salir de esta situación sin ceder demasiado. Me costaba concentrarme, y mi cuerpo parecía reaccionar de maneras que no podía controlar.A medida que sus manos se movían por mi cintura, su mirada se mantenía fija en la mía. Era como si estuviera tratando de descifrarme, de encontrar alguna debilidad en mí. Sentía que me estaba desmoronando bajo su intensa vigilancia, aunque sabía que no podía mostrarme vulnerable.

El peso de la situación me oprimía, y sabía que cualquier movimiento en falso podría tener consecuencias graves. A pesar del deseo que sentía por él, la desesperación por mi situación me mantenía alerta. Estaba en un juego peligroso, y cada momento que pasaba bajo su dominio me acercaba más a perder el control.

Finalmente, me hice a un lado, buscando algo de espacio para respirar. Su contacto era una mezcla de control y deseo, y aunque estaba aterrorizada por lo que podría suceder a continuación, también había una parte de mí que no podía ignorar la chispa que había encendido dentro de mí.

Cuando Wades se inclinó sobre mí, sus manos en la blusa de Minium que llevaba puesta, sentí un escalofrío de pánico recorrer mi cuerpo. Cada movimiento de sus dedos, cada caricia, parecía estar cargada de una intensidad que hacía que mi corazón latiera desbocado. Su respiración caliente contra mi piel era incómoda y angustiante, pero había algo más: el desafío que estaba dispuesto a enfrentar.

La Mujer Del Diablo© ACTUALIZANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora