Capítulo 2

269 25 15
                                        


―¡Abuelo, ya estamos aquí! ―exclamó Hyunki al entrar.

Dre se sorprendió al oír aquello. También tenía un abuelo. Entró cargando con sus cosas. La casa parecía muy antigua. Había una entrada en la cual había zapatos. Joonsang se quitó los suyos y los cambió por unas simples zapatillas.

―Puedes usar esas de allí ―le señaló unas blancas.

Dre se quitó los zapatos y se puso aquella especie de chanclas suaves. Joonsang abrió una puerta corredera y pasaron a un pasillo, en el que parecía que solo había correderas. Un hombre anciano apareció por una puerta corredera tras Hyunki. A pesar de su edad, tenía aspecto de hombre duro y severo.

―Hola, papá. ―le saludó Joonsang. El anciano le ignoró pues parecía estar demasiado ocupado escrutando a Dre con la mirada ―. Este es Dre. Dre este es mi padre, Sanghu, pero puedes llamarle abuelo.

Dre solo se quedó allí parado mirando a aquel hombre, que no le gustaba nada cómo le miraba.

―Los jóvenes extranjeros no tenéis mucha educación, ¿verdad? ― masculló de pronto mientras fruncía el ceño. Dre no sabía a qué había venido aquello, pero de pronto Joonsang le agarró del cogote para que se inclinara. Dre que lo entendió, comenzó a inclinar la cabeza ―. No importa, gracias al cielo vas a tener la oportunidad de aprender la educación coreana.

Hyunki soltó una risita. Dre frunció el ceño. No podía estar en todo. Odiaba esa estúpida costumbre que tenían. Aquel hombre tampoco se había inclinado.

―Espero que como miembro más de esta familia empieces a comportarte como tal ―dijo antes de entrar a la habitación de la que había salido, cerrando la corredera. Dre sintió que volvía a respirar. Aquel anciano parecía un sargento.

―Bien, será mejor que prepare la cena ―dijo Joonsang. Se acercó entonces a Hyunki ―. Enséñale todo y dale lo que necesite.

Hyunki compuso una mueca, pero no protestó. Joonsang se marchó, dejándole solo con aquel niño que parecía odiarle.

―Bueno... ―comenzó a decir Dre.

―Vamos, terminemos cuanto antes ―dijo el mocoso de pronto aproximándose a la corredera de la izquierda de Dre ―. Este es el comedor ―anunció mostrándole una habitación amplia con una mesa en el centro, a pocos pies del suelo, ninguna silla, estanterías repletas pegadas a la pared y pequeños muebles donde se posaban marcos con fotos. En una esquina había una televisión, no muy actualizada desde luego ―. Ahí es donde comemos. No se come hasta que no estamos todos, al abuelo le gusta vernos a todos juntos en la mesa. No lo olvides ―dijo señalando con el dedo a Dre ―. Tampoco vemos la tele mientras comemos. Al abuelo no le gusta la tele. Lo bueno que tiene es que él nunca está en el comedor excepto para comer, por lo que siempre puedo verla sin problemas ―explicó con una sonrisa pícara, como si de una travesura se tratase. Pasaron a otra puerta ―. Este es el baño ―Dre lo observó, dándose cuenta del pequeño detalle de que la ducha tenía el mismo suelo que el resto del baño. Pudo ver un sumidero al fondo, por lo que supuso que ahí iría a parar todo el agua ―. Supongo que no necesitas que te diga para qué es ―El mayor frunció el ceño ante el trato que estaba teniendo el niño con él ―. Esta es la habitación de papá y mía. Aquella es la del abuelo ―dijo señalando la puerta de donde había salido aquel viejo gruñón. Hyunki le miró de pronto severamente ―No entres o se pondrá hecho una furia ―Dre tragó saliva. Hyunki se dirigió hacia la corredera del fondo ―. Y esta, es tu habitación.

Abrió la corredera, dando paso a una habitación bastante diminuta. Tenía únicamente, un armario empotrado, un escritorio y una estantería.

―¿Y la cama? ―preguntó Dre confuso a Hyunki, que le miró como si fuera idiota.

RUN BABY RUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora