Capítulo 29

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Los ojos de Jong se abrieron de par en par. Intentó levantarse pero algo se lo impidió. Dre dormido a su lado, reposaba sobre su brazo. Jong le empujó levemente para que se apartara, pero el castaño no se movía, era demasiado pesado. Comenzó a aumentar la fuerza con la que tiraba, cuando finalmente harto, empujó a Dre con fuerza haciéndole rodar hasta su cama. Jong se quedó un momento en tensión temiendo que el castaño se despertara y le gritara, pero lo único que escuchó fue una fuerte respiración. Jong suspiró y salió de la habitación en silencio. Dre no se despertó hasta que no sonó el despertador de su móvil. Gruñó sin abrir los ojos, y busco a ciegas su teléfono entre las sábanas y la almohada. Dio con él y lo apagó, para volver a caer en el sueño. Sin embargo, recordó el motivo por el que se había puesto la alarma temprano. Cogió de nuevo el móvil y marcó el número de Dean.

—¿Sí? —preguntó Dean al descolgar.

—¡Feliz cumpleaños! —exclamó Dre evitando sonar adormilado.

—¡Dre! ¡Gracias, tío!

Dre sonrió al escuchar la voz de Dean

—¿Te llegó mi regalo?

—¡Sí! ¡Me encanta! ¡Y a Ash también!

Dre les había enviado, a parte del regalo de Dean, varios detalles, como bufandas, accesorios para el móvil de parejas.

—Supuse que le gustaría, aquí a las chicas le vuelven locas esas tonterías.

—¿Lo dices por experiencia? —inquirió Dean sin sonar muy amable.

—¿Experiencia? ¡Que va! —se apresuró a decir Dre para evitar el tema de las parejas con Dean, pues era muy propenso a pelearse cuando se trataba de su hermana— ¿Cómo está Mina?

—Bien, aunque según me ha dicho no habéis hablado desde vuestra discusión.

—No, no he tenido la oportunidad —dijo Dre algo incómodo.

—¿Quieres hablar con ella ahora?

—¿Está ahí contigo?

—En su cuarto... Espera —Dre escuchó los pasos de Dean que seguramente caminaba hasta Mina. Escuchó susurros pero no atinó a adivinar qué decían.

—¿Sí? —dijo al otro lado la voz de Mina.

—Hola, Mina —saludó Dre amablemente.

—¿Dre? Sí, gracias Dean —le dijo a su hermano para que la dejara sola.

—¿Cómo estás?

—Bien, estoy bien. ¿Tú cómo estás?

—Bien también... —dijo para pasar a un silencio incómodo.

—Te queda poco para volver —comentó Mina rompiéndolo.

—Sí, es cierto... —apreció nada entusiasmado. Quiso cambiar inmediatamente de tema— ¿Qué le estáis preparando a Dean?

—Una fiesta en la playa. Ash y yo lo estamos preparando todo...

—¿Y Chuck? —quiso saber Dre.

—Chuck está un poco liado con los exámenes... Pero ayuda todo lo que puede, y cada día está mejor humor.

—¿Ah sí? ¿Ha encontrado a una chica? —bromeó Dre sabiendo que eso era poco posible.

—¿Chuck? ¡Que va! Es porque queda poco para que vuelvas.

Los hombros de Dre volvieron a decaer al ver venir de nuevo ese tema.

—El otro día me acordé de ti —dijo de pronto Dre.

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