Capítulo 22

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Había mucha gente a su alrededor, de la cual solo conocería a cuatro. Chanel reía y bebía a su lado, mientras Punch trataba de rapear una estrofa más rápido que Dre, pero no lo conseguía. A Dre no le gustaba el rap, pero sí ganar a la gente, y demostrar que es el mejor en todo, o al menos en lo que se proponía. Le demostró incluso a Hayashi, que aun no hablando bien japonés, podía aprenderse una canción con solo escucharla casi. A sus amigos también les divertía retarle, por lo que en aquel momento, se sentía algo así como entre amigos. Punch era un tío gracioso con el que se podía pasar una buena noche, había pasado casi toda la noche con él, conociendo gente. Sin embargo, acabó perdiéndole entre tanta multitud. Habló con varias chicas, que se interesaban mucho por él. A pesar de que casi se lleva dos palizas de los tíos que iban con ellas, se llevó dos números de teléfono, los cuales tiró casi enseguida. Hacía rato que no había visto a Chanel, por lo que posiblemente estuviera preocupada. Pensó en volver junto a ella y sus amigos, pero prefirió buscar a otra persona. Iba caminando buscando por cada grupo la cara que tanto deseaba ver. Tenía que haber seguido a Milk en cuanto se marchó, pensó, seguramente estaría con él. Tenía pensado hacerse el loco cuando le viera, y simular que no sabría que estaría allí. Se paró en seco, cuando escuchó su nombre.

—¿Park será el que conduzca? —escuchó decir a alguien.

Siguió esa voz, para dar con dos tipos mirando un capó.

—Eso a ti no te importa, tú solo haz lo que te digo —contestó bruscamente el otro. Dre le reconoció al instante. Lee. Corrió a agacharse junto al maletero y poder escuchar mejor de qué hablaban.

—Lo que dice Moon será... —dijo el otro tipo limpiándose las manos con un paño.

—Sí, lo que dice Moon —se corrigió apresuradamente Lee.

—Bueno, ya está —dijo cerrando el capó—. Cuando el motor se caliente explotará. Será a mitad de carrera. Pensé que Moon solo quería amañar la carrera, no matar a los corredores.

Lee se llevó una mano a la espalda, para agarrar algo.

—Sí, eso quiere. Pero yo no —dijo atrayendo al tipo hacia él y clavando algo en su estómago.

Dre al verlo se llevó las dos manos a la boca. Los ojos del tipo se quedaron abiertos de par en par, perdiendo la vida con cada milésima de segundo. Lee lo sujetó, miró a sus lados comprobando que nadie estuviera prestando atención. Aun así llevó disimuladamente el cuerpo hasta el coche contiguo. Metió al mecánico en el asiento del copiloto y cerró la puerta de golpe. Miró de nuevo a sus lados y Dre se apresuró agacharse. No se atrevió a mirar de nuevo hasta que no escuchó que el coche se marchaba con Lee y el cuerpo dentro. Dre se quedó ahí agachado unos segundos. Jamás había visto morir a alguien, pero ese tío, el Lee con el que tantas veces se había topado y encarado, le había quitado la vida sin pestañear a aquel tipo. Y como si de repente hubiera salido de un shock, comenzó a recordar con detalles lo ocurrido. Las palabras Park, carrera, coche, explosión y motor, comenzaron a invadirle la cabeza. Se levantó de su escondite y fue hacia la puerta del piloto. Dre no era un entendido en coches precisamente, únicamente sabía el mecanismo básico. Busco en el interior el botón para abrir el capó. No tardó mucho en encontrarlo. Salió apresuradamente para mirar en el interior. ¿Cómo iba a saber que andaba mal ahí? Los fabricantes de automóviles no eran idiotas. El depósito estaba colocado en la parte contraria del motor, para que no pudiera crear ninguna fuente de calor que pudiera hacer estallar el combustible, además el líquido únicamente ardía, lo que explotaba eran los vapores. Era como buscar una aguja en un pajar. Pensó en una bomba, pero no había nada allí del todo extraño. Estaba rebuscando cuando vio volver el coche de Lee. Cerró el capó y comenzó a caminar con la cabeza gacha. Ese capullo quería matar a Jong, estaba totalmente seguro. En Corea, Park era uno de los apellidos más comunes, posiblemente un treinta por ciento de la población se apellidara así, pero Dre había visto como miraba aquel imbécil con traje a Jong. Odio, profundo odio. Y por primera vez, Dre se cuestionaba la peligrosidad de esa gente. Fuera como fuera, eso le daba igual. Sin saber por qué, no permitiría que ese capullo le hiciera nada a Jong.

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