Capítulo 40

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— Eres más de lo que merezco y más de lo que mereceré.

Dre no dejó a Jong replicar nada, en cuanto fue a hablar para quejarse, le besó cubriendo su boca. Tan de él, tan suya, y de nadie más. Dre dejó de besarle y se quedó acurrucado junto a él. Los ojos de Jong se fueron cerrando poco. El moreno apenas había podido dormir, y en diez minutos, estaba totalmente dormido. Dre se movió con delicadeza para no despertarle. Salió de la cama, y se apresuró a coger su ropa. Se puso sus boxers, unos pantalones y se dirigió a la puerta con una camiseta en la mano. Abrió con sumo cuidado y salió de allí cerrando la puerta tras de sí. Se colocó la camiseta sobre el torso. Yonggi se incorporó del sofá y le miró.

—¿Ocurre algo? —preguntó el dueño de la casa con mirada preocupada.

—No, nada... —se apresuró a decir Dre acercándose a él.

—No has comido nada... Te he preparado una sopa... —comenzó a decir el chico levantándose del sofá.

—Escucha Yonggi, necesito tu ayuda —dijo Dre yendo directamente al grano. Yonggi asintió.

—Claro. Ya le he dicho a Jong que os ayudaré en lo que sea, pero ahora debes descansar —insistió.

—No... Tiene que ser ahora —dijo Dre entonces y miró con seriedad al chico—. Y Jong no puede saber nada sobre ello.

—¿Cómo? —preguntó Yonggi sin comprender.

Dre se mordió el labio.

—Tomaré esa sopa, pero lo mejor es que hagas algo de café —dijo antes de sentarse en el sofá.

Yonggi suspiró, parecía que esa noche no podría dormir.



—¡¿Qué quieres que haga qué?! —preguntó Yonggi escandalizado, pues lo que le pedía aquel chico no podía ser en serio.

—Que llames a Moon y le digas dónde estamos —repitió Dre.

Se llevó a la boca una última cucharada de la sopa y la dejó en la mesa.

—¿Eres un suicida o algo así? —inquirió Yonggi mirando a Dre como si estuviera loco.

Dre tomó aire antes de decir:

—Tengo un plan.

—¿Cuál? ¿Morir? —inquirió Yonggi si cambiar su expresión de horror.

—No pretendo morir. Ni pretendo matar a Jong —contestó Dre—. Pretendo salvarnos, a nosotros y a los demás.

Yonggi entrecerró los ojos.

—¿Qué quieres decir?

Dre miró hacia la puerta cerrada tras la cual estaba durmiendo Jong antes de volver a dirigirse a Yonggi.

—No le he querido decir nada a Jong para no preocuparle —la expresión preocupada de Yonggi se agravó aún más. Dre se inclinó hacia él para no hablar demasiado alto—. Ayer cuando hablé con Moon... —Yonggi le miró extrañado. Si, hablé con él, es una larga historia... El caso es que cuando hablé con él y nos chantajeó con Milk... le hice creer para que le dejara que no me importaba una mierda...

La mirada de Yonggi se oscureció.

—Un poco arriesgado eso, ¿no te parece? —inquirió Yonggi mirando al castaño con mala cara.

—Sí, pero era eso, o que Jong se entregara —se defendió Dre—. Y entonces nos hubieran matado a los tres —Dre agitó la cabeza de pronto, se estaba yendo por las ramas—. Pero no es ahí a donde quiero llegar. Llegué a la conclusión de que si el plan de Milk no funcionaba comenzarían a buscar por otro lado.

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