Capítulo 13

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El día que Dre recibió la beca por su primer puesto en Seúl, se retiró. No dijo nada a Sanghu y a Joonsang, se limitó a decir que ya habían acabado. Tampoco les contó sobre el premio, les mostró el diploma que le habían dado, guardó el cheque del dinero y los papeles de la universidad en un sobre, y lo guardó en su mochila. Le costó conciliar el sueño aquella noche pensando en que debía volver ya al instituto. Debido a su sueño ligero, escuchó a Jong levantarse para ir a clase. Dre se levantó y se apresuró a salir también. Jong había ido a la cocina, con la ropa de dormir mientras se servía un café. Dre se paró junto a la corredera.

—Sabes lo que tienes que hacer hoy, ¿no?

Jong se dio la vuelta y le miró con indiferencia.

—Lo cierto es que no suelo planear mis días —contestó fingiendo no saber a qué se refería Dre.

Éste se cruzó de brazos.

—¿De verdad necesitas que te lo recuerde? —compuso una expresión pensativa de repente—. Quizá debería ir a hablar con Sanghu ahora mismo... Podría proponer ir a cenar este sábado al restaurante...

Jong frunció el ceño.

—Ya te dije que lo haría —dijo bebiéndose la taza de café al completo.

—Hoy —habló Dre.

Jong dejó la taza.

—Sí, sí, hoy... Después de clase me paso —dijo intentando pasar por la puerta. Dre le impidió el paso con su brazo.

—¡No! ¡No puede ser después de clase! ¡Tiene que ser ya! —exclamó.

El moreno le miró sorprendido.

—Te noto un poco acojonado... ¿Qué pasa? ¿Has estado jugando con la gente y ahora te dan miedo las represarías? —preguntó con una sonrisa ladina. Dre no respondió—. No necesito que me respondas... Te voy conociendo, y eso es algo que te pasa a menudo.

—Eso a ti no te importa —gruñó.

Jong apartó el brazo de Dre con brusquedad para poder pasar.

—Mereces que alguien por fin te cierre esa bocaza y te ponga los pies en la tierra —soltó Jong.

Dre bufó.

—Tú solo hazlo —dijo dirigiéndose hacia el baño.

—Supongo que ese alguien no podrán ser Seungwoo e Y-Shin... —dijo Jong antes de que Dre cerrara la corredera del baño de un golpe—. Mejor.



Cuando Dre salió de la ducha, Jong ya se había marchado. Joonsang y Hyunki andaban de aquí para allá mientras él se vestía. Con el uniforme puesto, se colgó la mochila al hombro y se apresuró a acudir la sala de estar. Allí ya estaba su tío y su primo desayunando. Cogió de la mesa un bol de arroz y unos palillos, y comenzó a devorar el arroz.

—Vaya, ¿tanta hambre tenías? —rió Joonsang al verle—. Siéntate al menos.

—No puedo, tengo prisa —contestó Dre con la boca llena, haciendo reír a Hyunki. Dejó el bol vacío en la mesa y se apresuró a marcharse—. Adiós.

—Adiós Hyung —se despidió Hyunki.

—Pero llévate algo por el camino... —escuchó decir a Joonsang, pero Dre ya había salido por la puerta.

Mientras caminaba por fuera de la valla del instituto, miraba al interior con precaución. Sabía que como Y-Shin y Seungwoo le vieran sería su fin. Puede que Jong tuviera razón, y solo se daba cuenta de los peligros cuando le estallaban en la cara. No había parado hasta tensar todo lo máximo la paciencia de aquellos dos, y por ello en aquel momento estaba así, con real preocupación de que aquellos acabaran con su vida. Pero no podía evitarlo, aunque ya supiera de lo que eran capaces, no se doblegaría por nada. Chuck siempre dijo que aquella era su gran perdición y defecto, pero también su mayor virtud. Cuando por fin los localizó, supo enseguida que le estaban esperando. Ellos le vieron inmediatamente. Aunque estaban lejos pudo notar esa ira en sus ojos. Jong aún no había hablado con ellos, eso o les había dado igual, porque estaban esperando como lobos a que la presa se acercara a sus fauces. Dre no apartó la mirada, y entre los tres hubo una clara comunicación durante un segundo, había llegado la hora. Dre se sobresaltó de pronto cuando sintió una mano tocarle el hombro. Pegó un bote y miró a sus espaldas.

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