El Prometido De Mi Mejor Amiga

T2 Capitulo 15

"Memories"

HORAS DESPUÉS DE LA FIESTA

—¿No sabes dónde está? —preguntó Soobin, observando la preocupación en el rostro de Solar.

—He estado llamándolo desde anoche y no contesta. Su madre tampoco sabe nada, y lo último que sabemos es que se fue de la fiesta después de que t/n dijera que sí. —respondió Solar, con un toque de pena en la voz. Sabía bien el dolor que su amigo estaría sintiendo.

—Jungkook estará bien. Es fuerte.

—Sí, lo sé, pero me preocupa que haga una locura. ¿Y si está manejando su moto estando ebrio? ¿Y si sufre otro accidente? O si... —Solar empezó a acelerar sus palabras, el nerviosismo era notable.

—Solar, cálmate —intervino Soobin, poniendo una mano en su hombro—. Me estás comenzando a angustiar. Jungkook estará bien, pero necesita su espacio para procesar todo esto. Lo que viene no será fácil para él.

Jungkook

Me encontraba mirando la hermosa vista de la ciudad desde la Torre N Seúl (Montaña Namsam), sintiendo como el aire fresco golpea mi rostro delicadamente. Tenía demasiadas cosas en mi cabeza, una de ellas era T/n, queria evitar pensar en ella pero estando aquí se me inevitable.

Miré hacia la barda llena de candados donde las personas juraban su amor eterno, y busqué entre ellas aquel candado que alguna vez firmé con ella. Junto a ese recuerdo me vienen muchos más, todos son recuerdos del pasado y ahora, todo parecía tan lejano, como si esos recuerdos pertenecieran a otra vida. Me preguntaba en qué momento las cosas habían cambiado tanto. 

¿Cómo pasamos de eso a... esto?

FLASHBACK

—¡Hola! ¡Soy t/n! Me asignaron hacer la tarea de inglés contigo. ¿Eres Jungkook, ¿verdad? —preguntó aquella chica de ojos grandes, piel pálida, cabello oscuro, nariz respingada y labios carnosos. Era muy linda.

—S-sí, soy Jeon Jungkook, es un gusto conocerte —respondí, con una sonrisa nerviosa.

Desde ese momento, supe que algo en mí había cambiado. Me enamoré de ella, lentamente al principio, pero con cada día que pasábamos juntos, sentía cómo mi corazón latía más fuerte por ella. Solíamos encontrarnos en la biblioteca para estudiar, pero pronto nuestras reuniones se volvieron más personales. Ella me presentó a sus mejores amigos, y antes de darme cuenta, formábamos parte de la vida del otro.

Siempre había algo en su sonrisa, algo en la forma en que reía o cómo arrugaba la nariz cuando se concentraba, que me hacía pensar que no quería estar en ningún otro lugar.

Hasta que me enteré de que ella sentía algo por alguien más. Su mejor amiga, Joy, me platicó que ella aun quería a su ex novio, y que, en realidad, jamás lo había dejado de querer.

En ese momento, algo dentro de mí se rompió. Había creído que la química entre nosotros era real, que lo que sentía ella por mí era tan fuerte como lo que yo sentía por ella. Pero parece que fui el único que se sintió así. Los días que siguieron y yo me alejé de ella, no porque quisiera, sino porque no podía soportar la idea de ser solo una opción, un reemplazo temporal.

Al principio, traté de ignorar ese dolor, fingir que no me importaba, pero pronto se hizo imposible. Tenía problemas en casa, y mis calificaciones empezaron a caer en picada. No podía concentrarme en nada.