Fuego Cruzado | EMPE #2 | Stiles Stilinski

28. Sobrenatural

Mia

Entré al estacionamiento de la escuela seguida del Jeep de Stiles. Nos estacionamos uno al lado del otro. Scott bajó rápidamente del Jeep y abrió la puerta de Volbee para que yo saliera.

―Te has vuelto un caballero ―le dije riendo―. Allison tiene suerte.

―El que tiene suerte soy yo ―respondió con una sonrisa. Amaba la pareja que ambos hacían. Eran tan perfectos.

Desearía tener algo así.

Stiles se nos unió, parecía un poco molesto, pero ni idea de porqué. Me saludó con una sonrisa, pero esta no parecía real. Aun así, sonreí de vuelta.

―Entonces, ¿conseguiste las entradas? ―le pregunté a Scott.

Sabíamos que Jackson iba a ir a un rave (una fiesta), Scott había ido a conseguir entradas, porque estábamos casi completamente seguros de que Jackson trataría de matar a alguien ahí. También creíamos que el 'titiritero' de Jackson iría, así que teníamos que aparecernos en el rave para atraparlos a los dos. Para acabar con este asunto del Kanima de una vez por todas.

Quería a Jackson de vuelta, al verdadero Jackson, no a un Jackima o a un Kanima.

―No ―me respondió―, tiene que haber alguna otra forma de conseguir entradas, ¿verdad?

―Es una función secreta ―respondió Stiles―. Solo hay una manera, y es secreta.

―Hola ―los tres volteamos y nos encontramos con Matt. Este chico no dejaba de aparecer de la nada―.  ¿Alguno de ustedes sabe por qué no expulsarán a nadie después de lo que pasó el otro día? ―se refería a lo que pasó en la biblioteca durante el castigo.

―Solo olvídalo ―le dije.

―Sí, nadie salió herido ―dijo Stiles.

―Yo tuve una contusión ―dijo Matt frunciendo el ceño.

―Bueno, pero nadie salió gravemente herido ―corrigió Stiles.

Aun frunciendo el ceño, Matt dijo―: Estuve en urgencias seis horas.

―Pero ahora estás bien ―dije encogiéndome de hombros.

―Pero no lo estuve por seis horas ―respondió desesperado.

Rodé los ojos.

― ¿Quieres saber la verdad, Matt? ―empezó Stiles, quien ya había perdido la paciencia―. Tu pequeño chichón en la cabeza está a esta altura en nuestra lista de problemas ahora mismo ―se agachó y colocó su mano a tres centímetros del suelo.

Eso fue un poco cruel.

Fulminé a Stiles con la mirada y él se encogió de hombros.

― ¿Estás bien? ―le preguntó Scott a Matt.

Él suspiró. ―Sí, estoy bien ahora. ¿Tampoco conseguiste entradas anoche?

Scott negó. ― ¿Siguen vendiéndolas?

―No, pero conseguí dos por internet. Tendrías que seguir intentando, parece que va a ir todo el mundo ―dijo encogiéndose de hombros―. Bueno, nos vemos luego. Adiós, Mia, Scott y... ―negó con la cabeza y se fue.

―No me cae bien ―dijo Stiles cruzándose de brazos.

―Bueno, a él no le caes bien tampoco ―murmuré para mí misma, pero él me oyó.

―Y supongo que a ti sí te cae bien ―me dijo.

Fruncí el ceño. ― ¿Por qué estás molesto? ―le pregunté.