Fuego Cruzado | EMPE #2 | Stiles Stilinski

Extra: Un beso que no sucedió

Del capítulo 36: Los besos de Lobo

Stiles

Un ladrido me despertó. Me dio un gran susto ese sonido, casi caigo de mi cama, por suerte me recompuse rápidamente. Pero, entonces, me di cuenta de quién había ladrado.

Lobo.

― ¿Lobo? ¿Qué haces aquí? ―pregunté, aunque es algo tonto, porque él no me va a responder. Además, si Lobo estaba aquí... eso significaba que... Miré en dirección a la puerta y vi a Mia de pie―. ¿Mia? ... ¿Tú estabas...?

Mia, siento que estaba soñando con ella. ¿Qué cosa soñ...? Oh, ya recordé, wow, fue un muy buen sueño, mejores que otros sueños que he tenido con ella.

Soy un total pervertido.

Otro ladrido de Lobo me hizo volver al presente. Lo cual me hizo caer en la cuenta de qué estaba haciendo Mia aquí y con Lobo... en mi cuarto.

¿Por qué siento mi cara pegajosa?

Tal vez Lobo me lamió o algo así.

―No quiero sonar grosero, pero ¿qué hacen aquí? ―le pregunté a Mia, mientras levantaba mi polo para limpiar mi cara. Alcé la vista, ella me miraba, pero no había respondido aun―. ¿Mia? ―la llamé.

―Agua ―respondió, de hecho lo gritó. No entendí a qué se refería con eso―. Salí a correr temprano y se me acabó el agua que traía. No sé cómo llegué a parar aquí. Tu papá estaba justo por irse y me dijo que entrara por agua ―eso es algo que mi papá haría―. Lamento haberte despertado, Lobo subió, al parecer quería saludarte... no era mi intención. Ya nos vamos, lo lamento.

No quiero que se vaya.

Ella se acercó a Lobo, quien afortunadamente estaba a mi lado, así que cuando ella vino hacia aquí, cogí su brazo, para evitar que se fuera.

―No, no te estoy botando ni nada... ―le dije.

Deslicé mi mano por su brazo hasta coger la suya. Si tenía suerte, ella no se alejaría de mí.

―Solo me pareció raro levantarme con Lobo babeándome la cara ―dije―. Me alegra verte.

¿Por qué dije eso? Ahora se va a burlar de mí.

― ¿Te alegra verme? ―preguntó, sus mejillas se sonrojaron, estoy seguro de que las mías también lo hicieron.

Actúa normal Stiles, tienes que comportarte tranquilo. Ella solo es la chica que te gusta, nada más.

Soy un idiota.

―No, o sea sí, sí, somos amigos, claro que me alegra... ver-te.

Pensé que había acertado con mis palabras, pero no, porque ella se soltó de mi agarre y se fue hacia la puerta del cuarto, tenía la correa de Lobo en una mano.

―Será mejor que me vaya; otra vez, lamento haberte despertado y que Lobo te babeara la cara.

Me levanté rápidamente de mi cama, fue un milagro que no cayera. Me acerqué a ella y la volví a coger del brazo.

―No tienes que irte aún, puedes quedarte ―le dije.

Noté que tenía algo en el bolsillo de su pantalón, brillaba bastante, tal vez era su celular.

No, ese soy yo en su celular. ¿Tiene una foto mía? ¡Quiero verla!

― ¿Qué tienes ahí? ―pregunté.