Inicia la batalla de Endor

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Luke salió de aquella pequeña cabaña de la tribu de Ewoks que su hermana conoció, con los nervios a flor de piel por lo que estaba por hacer... y su hermana lo sintió.

Leia salió detrás de él, por alguna razón luciendo exactamente igual que su madre en sus años de juventud.

—Luke ¿Qué pasa? ¿Qué te molesta?—Le preguntó su hermana, sentándose a su lado —Leia... me temo que no puedo quedarme—Le dijo Luke a su gemela.

Leia lo miró sorprendida y asustada —¿Por qué?—Preguntó ella.

—Vader está aquí, en esta luna, sé que lo sabes... su presencia está cerca—Dijo Luke y su hermana agachó la mirada —Leia... Yoda dijo que, en caso de que algo me pasara, tú eres la única esperanza de la Alianza—Dijo Luke.

Leia puso una mano sobre la boca de su hermano —No digas eso, Luke... somos gemelos, siempre estaremos juntos—Dijo Leia y Luke tomó la mano de su hermana —Leia... el Emperador me busca a mí, no a ti... debes pensar en eso durante la batalla ¿sí?—Le pidió Luke a su hermana, dándole un abrazo.

—Aunque se trate de nuestro padre... si el Emperador está cerca, él le obedecerá, no hay otra forma de cumplir con lo que mamá quiere—Dijo Luke, mirando hacia la nada un momento.

—Lo hace por mamá, pero... temo por lo que puede ocurrir, por eso te pido este favor, Leia... si no vuelvo, tú debes guiar a la Alianza... cumple con los sueños de nuestra madre—Dijo Luke, apretando las manos de su hermana entre las suyas.

Leia miró a su hermano preocupada, pero asintió ante su petición, en contra de todos los deseos de su corazón.

—Bien—Dijo Luke alborotando el cabello de Leia antes de levantarse —Toma... al menos usa tu sable de luz para guiarlos—Dijo Luke con una sonrisa.

Leia forzó una sonrisa y asintió, tomando su sable de luz —Yo iré... a tratar de traer de regreso a nuestros padres—Dijo Luke.

Leia se levantó y miró a su hermano —Luke...—Lo llamó y él la miró.

—Leia... la Fuerza fluye fuerte por nuestra familia, es algo que ni tú ni yo podemos negar... somos los hijos del elegido por la Fuerza, por eso uno de nosotros debe enfrentarse a ambos, de frente, cara a cara—Dijo Luke con seriedad.

Su hermana lo abrazó —Ya perdí a mamá, Luke... no puedo perderte también ahora... no podré soportarlo...—Sollozó Leia, en un vago intento de mantener a su hermano alejado del Emperador y de lo que quedaba de Vader.

—Siempre estaré contigo, Leia—Dijo Luke, abrazando a su hermana y acariciando su cabeza.

—No me vas a perder...—Susurró, tratando de convencerse a sí mismo también con esas palabras —Tú también lo sentiste ¿Verdad...? Aún hay bondad en él... aún existe una posibilidad—Dijo Luke, antes de besar la frente de su hermana.

Leia alzó la mirada, sus ojos marrones mirando directamente a su hermano a sus ojos azules.

—Tengo miedo, Luke... mucho miedo...—Dijo ella y Luke acarició su cabeza —Eso está bien, Leia... sólo no dejes que el miedo te domine, no te conviertas en lo que juramos destruir—Dijo Luke.

Ambos gemelos se dieron un último abrazo —Cuídate—Le dijo Luke antes de irse hacia donde sentía la presencia de su padre.

Leia se abrazó mientras las lágrimas caían de sus ojos, con una mano cubriendo su boca con pesar, a mitad de la noche, despidiéndose de su compañero de toda la vida y mejor amigo para enfrentar una batalla que podría, incluso, decidir el destino de la galaxia, tocando nerviosamente su pendiente de madera.

Mi ángel ha vueltoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora