Ezra Bridger

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Al aterrizar en Lothal, se dirigieron de prisa a las afueras de la ciudad, donde el senador Organa les había preparado una residencia cómoda, una casa pequeña en comparación a como Padmé vivía antes, pero era suficiente para que vivieran los cuatro juntos hasta que tuvieran que irse de nuevo.

Luke y Leia jugaban con otros niños en los amplios pastizales, en especial con un niño de su edad, de cabello negro y ojos azules, con quien pasaban mucho tiempo fuera, hablando de cosas de niños.

Padmé era quien iba y venía al mercado, después de ocho años, ya nadie recordaba su rostro, así que no habría problema alguno para ella, a diferencia de Obi-Wan.

El nombre de Shmi era la única salvaguarda que tenía, y con eso logró trabajar en Lothal con trabajos a los que podía adaptarse fácilmente, y con los que podía pagar comida para su familia y para el pequeño amigo de sus hijos.

El nombre de Shmi era la única salvaguarda que tenía, y con eso logró trabajar en Lothal con trabajos a los que podía adaptarse fácilmente, y con los que podía pagar comida para su familia y para el pequeño amigo de sus hijos

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Cuando llegó de trabajar, después de un par de meses de vivir en Lothal, Luke y Leia estaban en la sala junto a su amigo.

—¡Mami!—Gritaron los dos niños felices de ver llegar a su madre y corriendo a sus brazos.

Padmé sonrió y abrazó a sus hijos, el cabello rubio igual al de su padre junto a sus ojos azules... aunque quisieran negarlo, Luke realmente era hijo de Anakin, el parecido era demasiado obvio a simple vista, más aún para ella, que lo vio como un niño pequeño igual que Luke.

—Luke, Leia, debieron avisarme que traerían a su amigo, no compré su fruta favorita—Dijo Padmé sonriendo.

La pequeña Leia era idéntica a ella, y la sonrisa en sus labios le recordaba cada día la razón por la que estaba viva —Mami, Ezra dijo que tenía algo para ti—Dijo Leia, llamando la atención de Padmé y sorprendiéndola en el proceso —¿Ezra?—Preguntó ella confundida.

Leia sonrió con inocencia y asintió —Sí, Ezra Bridger, es el niño que siempre traemos a comer—Dijo Luke jugando con Ezra en la mesa y señalándolo con la mirada.

El alma de Padmé casi abandona su cuerpo al darse cuenta de que el pequeño niño, el mejor amigo de sus hijos, era en realidad el hijo de Ephraim y Mira Bridger, el niño que habían dejado sin padres hace sólo un año.

Pero logró calmarse y pensó que esa era una oportunidad dada por el destino para hacer algo por alguien en este exilio al que se vio condenada por sus propias acciones y que aceptó para proteger a sus hijos.

—Entonces, Ezra, dime ¿Quieres que vaya a comprarte un poco de tu fruta favorita, o tal vez unos dulces? Lo que quieras puedes pedirlo mientras esté en mis posibilidades—Dijo Padmé sonriendo, mientras que Ezra la miraba con una sonrisa apenada —No hace falta, señora Skywalker, aún tengo un poco de la fruta que usted me dio el otro día—Dijo Ezra sonriendo, extendiendo entre sus manos una bolsa con comida suficiente para una semana.

Padmé sonrió, tomó la bolsa y empezó a preparar la comida antes de que Obi-Wan saliera de su habitación —Oh, veo que tenemos visitas en la casa, un gusto verte de nuevo, Ezra—Dijo Obi-Wan, sentándose en la mesa.

El pequeño Bridger sonrió cuando le sirvieron un plato rebosante de comida, mucho mejor de lo que él podía permitirse.

La mirada del pequeño Ezra le dijo muchas cosas a Padmé, quien sonrió y miró al pequeño Ezra —Ezra, hay algo que quisiera pedirte—Dijo, tomando por sorpresa a los niños, quienes miraron temerosos a la mujer.

—Ezra, a partir de hoy, quiero que vengas aquí a comer siempre... no tenemos mucho, pero donde comemos cuatro, podemos comer cinco, y siempre tendré un plato de comida para ti ¿Te parece bien?—Dijo Padmé sonriendo.

Los ojos de Ezra brillaron de emoción, al igual que los ojos de los gemelos Skywalker, quienes miraron a su amigo, y él los miró a ellos, sonriendo cada uno de ellos.

—¡Claro que sí! ¡Muchas gracias, señora Skywalker! ¡Trabajaré mucho para pagarle!—Dijo Ezra y Padmé se rió levemente —No es necesario que me pagues, con tal de que te encuentres bien me es suficiente—Dijo ella.

Ezra sonrió con alegría y comió cada bocado en su plato lleno de alegría, lo cual sacó una sonrisa de los labios de Padmé antes de empezar a comer todos juntos, platicando sobre lo que habían hecho los niños el día de hoy.

Obi-Wan se retiró a su habitación temprano para meditar, mientras que Ezra, manipulado por Luke y Leia en conjunto, se quedó a dormir ése día en casa de la familia Skywalker.

Padmé salió a admirar las dos lunas de Lothal a la distancia, pensando en lo que podría estar planeando la Rebelión en esos momentos, en lo que Anakin podría estar haciendo ahora bajo las órdenes de Palpatine

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Padmé salió a admirar las dos lunas de Lothal a la distancia, pensando en lo que podría estar planeando la Rebelión en esos momentos, en lo que Anakin podría estar haciendo ahora bajo las órdenes de Palpatine...

Obi-Wan la llamó, sacándola de sus pensamientos —¿Ocurre algo, Obi-Wan?—Preguntó ella abrazando su abrigo para protegerse del frío —El niño, Ezra—Dijo y Padmé lo miró —¿Hay algún problema?—Preguntó y Obi-Wan negó —No es un problema realmente, o no lo sé, en realidad... pero puedo sentirlo en él, Padmé... la fuerza habita en él—Dijo Obi-Wan.

La mujer abrió sus ojos cafés y miró sorprendida a Obi-Wan —Más razones para protegerlo—Dijo ella, regresando su mirada a las lunas de Lothal.

¿Eres un ángel?—Padmé nuevamente pensó y repitió esas palabras dichas por su esposo cuando la conoció —Es... un ángel—Dijo ella para sus adentros, llamando la atención del Jedi.

Ambos regresaron dentro de la casa, Padmé se dirigió a la habitación de sus hijos, donde los miró dormir agarrados de la mano mientras Ezra dormía profundamente en una cama aparte...

Para los ojos de la ex senadora, Ezra y sus hijos parecían ángeles en aquel momento, y lo serían siempre para ella.

Se metió a su habitación, se puso su camisón y se acostó para dormir profundamente, pensando en los ángeles que la mantuvieron con vida cuando ella ya estaba rendida.

Mi ángel ha vueltoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora