Plan de rescate

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El Inquisidor estaba en una búsqueda dada por su maestro, Lord Vader, y se trataba de encontrar a la rebelde que tenía gran parecido con la fallecida Padmé Amidala

Se metió en otra de las fábricas del Imperio, donde mostró una vieja fotografía tomada en el Senado, una fotografía de Padmé Amidala —¿Ha visto a esta mujer?—Le preguntó al jefe, quien miró la fotografía y sonrió, para sorpresa del Inquisidor —Oh, pero si se trata de Shmi, cielos, se ve más joven ahí de lo que la recuerdo—Dijo el anciano.

El Inquisidor bajó la fotografía —Esta mujer ¿Dice que se llama Shmi?—Dijo mirando fijamente al hombre, que repentinamente volvió a estar asustado de él —Sí, sí... ella era una trabajadora muy puntual, pero renunció hace un año—Dijo el hombre.

El Inquisidor empezó a caminar hacia él, y el hombre empezó a retroceder poco a poco hasta quedar acorralado contra una pared —Y no sabe dónde vive ¿O sí?—Preguntó con su voz gélida y el hombre negó con la cabeza —No, no... ella- ella nunca dijo dónde vivía—Dijo el hombre aterrado.

El Inquisidor tomó su sable de luz y acabó con la vida de aquel pobre anciano.

—Mi maestro no estará satisfecho con estos resultados—Dijo antes de retirarse de regreso a su nave.

Vader, por su parte, en cuanto escuchó que había alguien con un gran parecido a su esposa en Lothal, ordenó la búsqueda y captura de la mujer

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Vader, por su parte, en cuanto escuchó que había alguien con un gran parecido a su esposa en Lothal, ordenó la búsqueda y captura de la mujer... sólo era una esperanza demasiado pequeña, pero era una esperanza.

Padmé estaba intranquila aún, pues Ezra, Hera, Zeb, Sabine y Chopper aún no volvían de la misión para averiguar dónde tenían cautivo a Kanan

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Padmé estaba intranquila aún, pues Ezra, Hera, Zeb, Sabine y Chopper aún no volvían de la misión para averiguar dónde tenían cautivo a Kanan.

Ella, desde aquel día en la torre de comunicaciones, empezó a sentir una sensación extraña, como si alguien la estuviera llamando, la estuviera guiando a un lugar para algo...

No entendía bien esa sensación, pero no pensaba hacerle caso... primero debían rescatar a Kanan y después se preocuparía por mensajes extraños.

Sacó de nuevo la trenza de Padawan de Anakin y la miró, mientras en su mente aquellas primeras palabras dichas por el pequeño Ani hacia ella resonaban una y otra vez —¿Eres un ángel?—.

Mi ángel ha vueltoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora