Un anfitrión inesperado

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A Leia no le agradaba la sensación de estar ahí...

La forma tan amistosa en la que Lando saludó a Han le pareció sospechosa... demasiado amigable.

Se acercó a los dos hombres junto a Chewbacca y C-3PO, escuchando a Lando Calrissian hablar con Chewbacca antes de que el hombre de tez morena la mirara con sorpresa y asombro.

Leia estaba acostumbrada a las miradas, su madre le había dicho en varias ocasiones que, si su padre hubiera estado a su lado, sería igual o peor que Luke en la sobreprotección y el ahuyentar a los chicos que se le acercaban...

Sentía que era cosa de su linaje el siempre atraer las miradas de las personas, y aunque usualmente no le incomodaba, en ése particular momento, la hacía sentir bastante incómoda, cuando menos.

—Hola ¿Qué tenemos aquí?—Dijo Lando mirándola con ojos demasiado deseosos, una mirada que no la alagaba, sino que la enfurecía.

—Bienvenida, soy Lando Calrissian, administrador de esta instalación ¿y quién podrías ser tú?—Dijo el hombre con un tono encantador.

Leia miró al hombre —Leia Skywalker—Dijo ella con tono cortante, alejando su rostro del rostro demasiado cercano de Lando.

Fue tras observarlo un poco mejor que supo por qué Lando no le agradaba apenas lo vio.

Ahora recordaba por qué no le agradaba mucho el nombre del sujeto: él había sido el traficante que intentó vender a Hera a un esclavista hace poco más de cuatro años atrás, en Lothal.

—Bienvenida, Leia—Dijo Calrissian, besando sus manos de forma galante, haciendo que comprendiera muy bien por qué Ezra y Kanan lo despreciaban a morir.

Después hablaría con Ezra y Kanan para quejarse a sus anchas de la actitud de Lando Calrissian, aunque eso significara ser objeto de burla de sus hermanos por los próximos veinte años, si no es que hasta más, pero necesitaba desquitarse, y dudaba que dispararle con un bláster fuera algo beneficioso para ellos en esos momentos.

Han apareció justo a tiempo para separar a Calrissian de ella, con un gesto bastante protector... casi parecía estar celoso.

—Está bien, galán—Dijo, llevando a Leia al interior del edificio, donde notó el collar de Japor y cómo ella lo tocaba nerviosa y constantemente, tal vez de forma inconsciente.

—Oye... nunca me has dicho qué importancia tiene esa cuenta de madera—Dijo Han y ella dejó de tocar el collar.

—Este era... era de mi madre, me lo dio cuando nos mudamos a Lothal, fue algo que mi padre hizo para ella cuando eran jóvenes—Le confesó Leia, sorprendiendo al joven Solo.

—Vaya... realmente debes apreciarlo mucho—Dijo Han.

Ella sonrió con nostalgia —Sí... mamá dijo que era algo que traía suerte a quien lo portara, y dijo que era algo importante para ella, por eso lo cuido como si mi vida dependiera de ello—Le dijo antes de ser alcanzados por Lando.

 mamá dijo que era algo que traía suerte a quien lo portara, y dijo que era algo importante para ella, por eso lo cuido como si mi vida dependiera de ello—Le dijo antes de ser alcanzados por Lando

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Pasaron un par de horas desde que llegaron, pero no había rastros de C-3PO por ningún lado, y ella era incapaz de permanecer tranquila hasta que no lo encontraran.

Ése fue un droide de su madre y, por amor a Dios, fue el regalo de bodas que su padre le había dado a su madre, ése maldito droide era demasiado importante para ellos, era el droide con el que habían crecido ella y sus hermanos.

Leia suspiró de nuevo, mirando por la ventana y caminando de un lado al otro dentro de la habitación hasta que Han entró con noticias sobre el Halcón Milenario.

—La nave está casi arreglada, uno o dos detalles más y andará como nueva—Dijo Han, mirando a la nerviosa Leia —Cuanto antes mejor, algo está mal aquí, nadie ha visto a 3PO y se fue hace demasiado tiempo como para estar perdido—Dijo ella.

Han besó su frente y la miró para calmarla —Relájate, hablaré con Lando y veré qué puedo averiguar—Dijo Han, enfadando a Leia —No confío en Lando—Dijo antes de sentarse —Bueno, yo tampoco confío en él, él es mi amigo, y además, pronto partiremos—Dijo Han.

Ella miró a Han —Y tú te irás ¿No es así?—Le dijo, ciertamente dolida...

¿Sería que estaba en su familia que el amor terminara en fracaso? Esa era una pregunta que le encantaría poder responder.

Chewie entró varios minutos después, con una caja que contenía los pedazos de C-3PO.

—Oh, por todos los cielos ¿Qué ocurrió?—Preguntó Leia preocupada, viendo al droide de su madre destrozado y escuchando el aullido del wookiee en respuesta a su pregunta.

—¿Dónde?—Preguntó Han sorprendido y Chewbacca respondió con otro aullido —¿Lo encontraste en una pila de chatarra?—Preguntó y el wookiee respondió con un aullido corto.

Leia miró al robot con tristeza, tocando de nuevo el collar de Japor nerviosamente —Oh, qué desastre, Chewie ¿Crees que puedas arreglarlo?—Le preguntó y el wookiee respondió con un aullido leve y uno fuerte.

—La gente de Lando podrá arreglarlo—Le dijo Han —No, gracias—Rechazó ella de inmediato mientras sentía al hombre acercarse a ellos, mientras ella se giraba para ver al intruso, perdón, al amable anfitrión que llegaba en un inoportuno momento.

—Disculpen, ¿Estoy interrumpiendo algo?—Preguntó Calrissian.

Leia sonrió tan hipócritamente como pudo —No realmente—Dijo ella, escondiendo su sable de luz en la parte trasera de su cinturón por si acaso...

No sabía por qué, pero sentía que lo necesitaría pronto.

Lando sonrió al verla —Te ves absolutamente hermosa, realmente perteneces aquí en las nubes—Dijo Calrissian, claramente tratando de coquetearle.

—Gracias—Le dijo ella, fingiendo sentirse alagada, aunque claramente no lo hacía.

—Acompáñame a tomar una bebida—Le pidió Lando antes de que Chewie protestara.

—Todos están invitados, por supuesto—Dijo Lando, tendiéndole una mano a Leia, mano que ella tomó con cierta renuencia, tratando de averiguar dónde estaba la trampa en esto, porque el sujeto no le agradaba nada, mucho menos sabiendo lo que intentó hacer con Hera hace cuatro años.

Han se paró a su lado y extendió su brazo hacia ella y ella lo tomó con gusto, pero Lando miró al destrozado C-3PO —¿Teniendo problemas con su droide?—Preguntó mirando a C-3PO.

—No, ningún problema ¿Por qué?—Dijo Han antes de empezar a caminar junto a Leia fuera de la sala.

Mi ángel ha vueltoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora