A Leia no le gustó en lo absoluto la sensación que tenía...
Sentía demasiado frío, un frío que no era natural, y mientras más avanzaban junto a Lando, más fuerte se sentía ése frío.
Sabía que era algo que había sentido antes, pero era algo que no lograba recordar en el momento, estaba más entretenida sintiendo el musculoso brazo de Han Solo bajo su mano, una sensación que le fascinó demasiado hasta dejarla con la mente en blanco cómo para recordar algo semejante.
Cuando llegaron frente a una puerta blanca, el frío era demasiado fuerte —Acabo de hacer un trato que mantendrá al Imperio lejos de aquí para siempre—Dijo Lando antes de abrir la puerta.
Leia vio a Vader levantarse de la mesa dentro de la sala y supo bien por qué aquel frío se le hacía tan familiar.
Han le disparó al Sith, que detuvo los disparos con una sola mano y le arrebató a Han su bláster usando la Fuerza antes de hablar con su voz mecanizada.
—Sería un honor que nos acompañaran—Dijo.
Leia miró estática aquella figura que era su padre ahora, incapaz de comprender a qué se refería su madre cuando decía que él estaba cambiando de regreso a quien era.
Vio a un mandaloriano salir de detrás de un pilar, mientras ella y Han se giraron al escuchar pasos detrás de ellos, y vieron a varios troopers armados bloquear la única salida que les quedaba, por lo que ella y Han se giraron a ver a Lando.
—No tuve opción, llegaron antes que ustedes—Dijo Calrissian —Lo siento—Les dijo de nuevo.
Leia miró a Lando asesinamente antes de escuchar la respiración de su padre acercarse a ellos y dirigir su mirada a Han —Lo siento también—Dijo Han antes de que Chewbacca soltara un aullido triste.
Ambos entraron a la sala juntos mientras la puerta se cerraba a sus espaldas y ella miraba a su padre con ira y desprecio...
No, ése no era su padre, ése era un Sith que había consumido a su padre hace veintiún años atrás.
Darth Vader se acercó a ella, y lo primero que notó al acercarse a la princesa de Alderaan fue un pendiente de Japor perdido desde hace años...
Un pendiente que él mismo había tallado.
—¿De dónde sacaste esto?—Le preguntó y ella miró a Vader, fingiendo ignorancia —¿Qué cosa?—Preguntó ella y Vader se acercó a ella aún más —El collar que llevas ¿De dónde lo sacaste?—Le preguntó de nuevo enfurecido.
Ella lo miró desafiante —Eso es algo que no te incumbe, Vader... ¿O sí?—Le dijo y Vader estalló, empezando a asfixiarla usando la Fuerza, levitándola un par de centímetros del suelo.
Ella forcejeó con la mano invisible con una mano mientras con la otra buscaba detrás de su cinturón por su sable, aprovechando la distancia.
—¡Déjala ir!—Dijo Han a punto de atacar a Vader, pero fue detenido por los troopers, que lo sostuvieron antes de que lo lograra.
Leia se sentía a morir por la falta de aire, pero sonrió con cinismo —¿Acaso... vas a hacerme lo mismo que intentaste... en Mustafar...?—Le dijo con dificultad.
Vader se sorprendió por sus palabras, lo suficiente para que Leia alcanzara su sable y lo encendiera al instante, sorprendiendo a los troopers y a Vader, que la soltó al instante de que el sable de luz rozó su casco.
Leia cayó al suelo y tosió antes de respirar grandes bocanadas de aire y que Han se acercara a ella para ayudarla a levantarse.
—¡Leia! ¿Estás bien?—Le preguntó y ella se sobó el cuello antes de asentir pensando en sólo una cosa: que había sabido lo que su madre sufrió hace veintiún años en Mustafar.
Alzó la cabeza y miró a su padre, sujetando su sable con fuerza en la mano y alejando a Han de ella con el otro brazo —¿Acaso no lo recuerda? Entonces, permítame refrescar su memoria, Lord Vader...—Dijo ella, sintiendo la ira creciendo en su interior.
—¿Acaso quiere hacerme lo mismo que intentó hacerle a mi madre en Mustafar cuando mi hermano y yo aún estábamos en su vientre? ¿Acaso quiere matarme como no pudo hacerlo hace veintiún años?—Le preguntó ella subiendo el volumen de su voz cada vez más.
Tocó el collar de Japor que colgaba de su cuello —¿Quiere saber de dónde saqué este collar? ¡Fue un regalo de mi madre cuando era una niña!—Le gritó.
—¡Este collar, este pendiente hecho en madera de Japor fue algo que mi padre le dio a mi madre cuando eran jóvenes, y mi madre me lo dio para que siempre recordara y supiera que mi padre, un buen hombre, estaba cerca de mí! Para que esto me diera suerte y fortaleza por ser hija de mi padre y mi madre...—Dijo apretando el pendiente en su mano.
Vader era incapaz de decir palabra alguna ante la declaración de la princesa, pero eso no era todo lo que tenía —Mi nombre es Leia ¡Leia Skywalker, hija de Anakin Skywalker y Padmé Amidala Naberrie, la última senadora de Naboo de la Antigua República!—.
—¡Soy la hermana gemela de Luke Skywalker!—Dijo antes de encender su sable de luz azul frente a ella —Y, al igual que mi hermano, soy la última Padawan de Obi-Wan Kenobi, caballero de la antigua orden Jedi—Dijo ella mirando a su padre con desafío.
—Vader, entérese de esto: mi padre era un gran hombre, un gran Jedi, y lo adoro con todo mi corazón, pero usted... usted es un monstruo, un monstruo que fue capaz de asesinarlo, que mató a mi maestro y me arrebató a mi madre... amo a mi padre, pero a usted lo desprecio—Dijo antes de apagar su sable de luz.
Se acercó al Sith y le entregó su sable de luz —No entiendo cómo mi madre tiene esperanzas...—Dijo y el Sith la tomó por los hombros —¿Por qué? ¿Por qué no me lo dijo?—Preguntó y ella sonrió con lástima.
—Ella temía que pudieras tomar represalias contra Bail Organa si te enterabas de que fue él, junto al maestro Yoda, quienes se encargaron de todo hace veintiún años... temía que fuera a hacerles daño por ocultarnos—Dijo antes de soltarse.
Extendió los brazos a sus lados y miró a Vader —¡Adelante, mátame! Hazme un favor y termina con lo que empezaste—Lo retó, pero Vader sólo fue capaz de mirarla y decir —Ahora entiendo el por qué del parecido—Dijo.
Miró a los troopers detrás de ella —Llévensela, y que no sufra ningún daño—Dijo y los troopers la sujetaron por los brazos —¡No te atrevas, cobarde! ¡No finjas que ahora te importa! ¡No te importó cuando ella estaba embarazada!—Le gritó mientras los troopers se la llevaban a una sala apartada.
Cuando vio que realmente se la llevarían, miró a Han con terror —¡Han!—Gritó tratando de alcanzarlo mientras la puerta se cerraba frente a sus ojos.
—¡Ya me arrebataste a mi madre! ¿¡Qué más vas a quitarme!?—Le gritó furiosa antes de que la puerta se cerrara por completo.
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Mi ángel ha vuelto
ФанфикEsta es sólo una historia que hice porque yo quería final feliz para Padmé y Anakin :,3 Padmé Amidala Naberrie, ex senadora de la República y ex reina de Naboo, sobrevivió al parto de sus hijos: Luke y Leia Skywalker. Ahora ella vive escondéndose de...