Mi ángel ha vuelto

El inicio de la Aventura

Ezra se reunió con Luke después de que Rex y su escuadrón de clones se reunieran con Ahsoka exitosamente.

—¿Has descubierto algo?—Le preguntó de inmediato y su hermano negó con la cabeza —Me temo que no, Ezra... Leia tampoco ha podido descubrir nada de su paradero—Le dijo Luke.

Ambos se miraron, deprimidos por no saber nada de su madre aún... pero tuvieron que disimular cuando Ahsoka y Rex salieron a reunirse con ambos.

—Rex... debo presentarte a alguien—Le dijo, haciendo señas a Luke para que se acercara a ellos.

Ahsoka puso una mano sobre el hombro del joven Skywalker y miró a Rex a los ojos con una sonrisa.

—Este es Luke Skywalker, hijo de Anakin y Padmé—Dijo Ahsoka, sorprendiendo a Rex con sus palabras.

—De... ¿De quiénes?—Preguntó Rex, claramente sorprendido con esa declaración.

Luke lo miró —De Padmé Amidala y Anakin Skywalker—Dijo Luke.

—Wow... eso es... wow—Dijo Rex, aún procesando las palabras de Luke —Sí... supongo que no sabía acerca de la relación de mis padres—Dijo Luke avergonzado de la nada.

Siempre supo que su existencia era algo que no debía ocurrir, pero también sabía que él y su hermana fueron esperados por sus padres una vez que se enteraron, aunque eso no lo consolaba ahora.

Rex negó con la cabeza, negando la afirmación de Luke —En realidad, sí lo sabía, lo que no sabía era que ellos, bueno... que tenían un hijo—Dijo Rex, un poco nervioso.

Luke miró a Ahsoka, que negó con la cabeza ante la mirada de los dos hermanos —No la han encontrado—Dijo.

Ezra y Luke agacharon la mirada, y Rex miró a Ahsoka, extrañado por la actitud de los jóvenes —Padmé... en realidad ella no murió, Bail Organa la ayudó a esconderse después de que se instauró el Imperio y... recientemente fue capturada por ellos—Le explicó.

Anakin recién estaba llegando de regreso a Coruscant, cuando notó la silueta familiar de un camisón blanco en la ventana... debía admitir que regresaba bastante más tarde de lo que esperaba, seguramente Padmé ya se preparaba para dormir, y él la interrumpió con su llegada.

—Padmé—La llamó al bajar de la nave, quitándose el casco de la armadura.

La mujer se giró a verlo, parecía feliz de verlo de nuevo, pero al mismo tiempo decepcionada... tal vez esperaba verlo llegar con su hijo.

Anakin se acercó a ella —¿Cómo estás?—Le preguntó, acariciando su mejilla —Bien... sólo he estado cansada, es todo—Dijo ella, pegando su mejilla a la mano desnuda de Anakin, mirando sus ojos...

Finalmente, después de quince años, volvía a ver los ojos azules de Anakin en verdad, no sólo a través de sus sueños ni su memoria.

Padmé estaba feliz, sentía que estaba logrando lo que deseaba, pero faltaba una parte muy importante para finalmente traerlo de regreso: sus hijos.

Anakin besó la frente de Padmé, y caminaron juntos de regreso al apartamento.

Él podía sentirlo, algo no estaba bien con su esposa, pero no podía saber qué era lo que no encajaba del todo...

Debía suspender la investigación hasta nuevo aviso, primero debía encontrar a la aprendiz para llegar a Obi-Wan... esas eran sus órdenes, y debía cumplirlas, hasta no hacerlo, no podría averiguar prácticamente nada.

Vio a su esposa dormir plácidamente, era algo que no había visto en mucho tiempo, su alegría no podía disimularse ni un poco ante la imagen tan familiar que tenía... aunque la última vez que lo había presenciado, su esposa tenía el vientre hinchado por su embarazo, y él aún era Anakin Skywalker... totalmente.

Se despertó a la mañana siguiente para irse a otra misión de Palpatine, mientras Padmé aún estaba dormida profundamente a su lado.

Se acercó a ella y la besó rápidamente en los labios —Te prometo que volveré pronto, Padmé... volveré a ti, para protegerte—Le dijo y salió, poniéndose su armadura y su casco negro antes de prepararse para subirse a su nave, mirando atrás una vez más hacia su esposa dormida.

Anakin necesitaba respuestas rápido, no era normal que Padmé se cansara tan rápido, temía por su salud, temía perderla de nuevo, y esta vez para siempre.

Subió a su nave, decidido a volar hasta el final de la galaxia de ser necesario, pero debía encontrar las respuestas que necesitaba para estar tranquilo y poder ayudar a su esposa en lo que sea.

Padmé despertó cerca del atardecer... se sorprendió por haber dormido tanto, pero se sorprendió más de no ver a su esposo por ningún lado.

Supuso que fue de nuevo a una misión del Imperio, y se levantó para comer un poco y ver las noticias de nuevo y tener noticias de su hija, su vida política recién estaba empezando, pero la veía segura en las transmisiones imperiales.

Sin darse cuenta, sonrió al ver a su hija seguir sus mismos pasos...

Sólo esperaba que ella no cometiera sus errores.