Fantasmas de la Fuerza

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Ezra y los demás tripulantes del Fantasma estaban camino a reunirse con la alianza igual que Han y Leia, cuando Luke los llamó para decirles que era ahora o nunca.

Se reunieron con Luke y el Halcón Milenario tripulado por Leia, Han y Chewbacca en Coruscant, donde Leia los guió hacia un lujoso pero antiguo edificio de apartamentos,al cual se infiltraron.

Las ventilaciones eran la especialidad de Ezra, eso era algo que debían aprovechar.

—¿Te cedo el honor?—Le dijo Leia a modo de broma, y Ezra sonrió, sacando sus herramientas para abrir los ductos de ventilación del edificio para que pudieran entrar.

—Estos ductos son más grandes que los de Lothal, así que podrás entrar sin problemas, Zeb—Dijo Leia con una mano en el hombro del losan.

—Vamos—Dijo Ezra, señalando la ventilación ya abierta.

Leia los guió por los ductos, subiendo varios pisos arriba dentro de la ventilación, cuando finalmente llegaron al último piso de aquel viejo edificio y Leia dejó a Ezra abrir esa ventilación para entrar al pasillo

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Leia los guió por los ductos, subiendo varios pisos arriba dentro de la ventilación, cuando finalmente llegaron al último piso de aquel viejo edificio y Leia dejó a Ezra abrir esa ventilación para entrar al pasillo.

Caminaron sólo unos momentos hasta que llegaron frente unas puertas bastante grandes de color blanco con amarillo.

—Como se podía esperar de una Senadora—Dijo Kanan, mirando las puertas con gran asombro.

Ezra forzó la cerradura de la puerta y Luke abrió la puerta de prisa, ansioso de finalmente poder volver a ver a su madre.

Entraron todos juntos al apartamento, pero estaba vacío, aunque claramente alguien había estado aquí hace unos días, tal vez una semana.

Al notar la evidente ausencia de movimiento y una respuesta o reclamo por entrar a aquel apartamento sin permiso, todos empezaron a mirar entre las diversas y amplias habitaciones dentro de aquella suite.

—¡Mamá!—Gritó Leia mientras corría desesperada por los pasillos del apartamento.

—¿¡Mamá!?—Gritó Ezra mientras Luke observaba todo el apartamento con interés, caminando tranquilamente, manteniendo el control sobre sus emociones para poder enfrentarse al Emperador cuando el momento llegue.

Luke, sin haberlo pensado siquiera, llegó pronto a la habitación donde su madre dormía, y al abrir la puerta, lo primero que notó fue una cuna al estilo de Naboo al lado de la enorme cama de la lujosa habitación, una cuna que nunca pudo usarse y él sabía bien el por qué...

Acarició aquella cuna con la punta de sus dedos, imaginándose una vida junto a su padre y madre, en una galaxia donde los Jedi cambiaran sus reglas con respecto al amor, dónde su padre y madre jugaron juntos con ellos, y Ezra vivió siendo otro más en la familia junto a sus padres...

Pensar en lo que podrían haber tenido de no haber sido por Palpatine y el Imperio lastimaba y quemaba el corazón de Luke, pensando en las muchas penurias que su madre tuvo que pasar por culpa de ellos...

Mi ángel ha vueltoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora