𝟐𝟏

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Luffy se levantó con Law aún en sus brazos, su mirada ardiendo con una intensidad que los cazadores nunca habían visto antes. Una energía oscura, casi tangible, se retorcía a su alrededor, llenando el aire con una sensación sofocante de poder y rabia. Los cazadores, que hasta ahora habían atacado sin dudar, retrocedieron, sintiendo cómo sus piernas temblaban ante la presencia de Luffy.

—¡Llévense al capitán!—ordenó uno de los cazadores, su voz quebrándose. Pero antes de que pudieran moverse, Luffy desapareció de su vista en un destello. El sonido del aire cortándose resonó cuando reapareció frente a ellos, su brazo inflado y cubierto de Haki.

—¡Gomu Gomu no Red Hawk!—gritó Luffy, su puño envuelto en llamas estrellándose contra uno de los cazadores. La explosión envió a varios de ellos volando, el suelo temblando y agrietándose bajo la fuerza del impacto.

El pánico se apoderó del resto. Intentaron correr, pero Luffy no estaba dispuesto a dejarlos escapar. En un abrir y cerrar de ojos, estaba sobre otro grupo de cazadores, su mirada oscurecida y su voz vibrando con furia contenida.

—¡No van a huir de esto!—exclamó con voz ronca, su brazo derecho transformándose en una versión aún más monstruosa e imponente—. ¡Gomu Gomu no King Kong Gun!

El golpe fue devastador. El aire se distorsionó y el suelo se partió en mil pedazos cuando el puño de Luffy impactó contra el grupo de cazadores, pulverizando sus armas y lanzándolos por los aires como muñecos de trapo. La onda expansiva derribó a los árboles cercanos y sacudió la fortaleza misma, dejando un cráter gigantesco en su centro.

Los cazadores restantes miraron la escena con ojos desorbitados. Algunos, paralizados por el terror, no lograban moverse. Otros se tambalearon, cayendo de rodillas mientras dejaban caer sus armas. El líder de los cazadores, aún convulsionando por el ataque de Law, los miró con los dientes apretados, tratando de levantarse.

—¡Cobardes!—gritó con voz débil, sangre brotando de sus labios—. ¡Levántense! ¡No lo dejen...!

Pero su voz se desvaneció cuando Luffy apareció frente a él, su figura proyectando una sombra ominosa sobre su cuerpo herido.

—Tú eres el que más va a pagar—murmuró Luffy, su voz un susurro mortal. El líder intentó decir algo, pero el Haki del Rey de Luffy lo envolvió, aplastando su voluntad como si fuera un insecto. Su cuerpo entero se paralizó, y el miedo puro nubló su mirada.

—N-no...—logró susurrar, sus rodillas cediendo bajo el peso de la energía de Luffy.

—¿No qué?—espetó Luffy, su rostro inusualmente sombrío. Su brazo volvió a inflarse, y por un momento, el aire se cargó con una energía casi eléctrica.

—¡Gomu Gomu no Bazooka!

El ataque fue tan rápido y poderoso que el líder no tuvo oportunidad de reaccionar. Su cuerpo fue lanzado hacia atrás con una fuerza increíble, atravesando varias paredes del castillo antes de desaparecer en la lejanía, envuelto en una nube de polvo y escombros. El silencio que quedó en su ausencia fue ensordecedor.

Luffy se quedó quieto, respirando con dificultad. Miró a su alrededor, a los cazadores restantes, que temblaban de miedo. Por un momento, pareció que iba a continuar atacando, pero entonces sintió el peso de Law en sus brazos, y algo en su mirada cambió.

—Esto se acabó—declaró con voz ronca, mirando a los cazadores con una expresión oscura—. ¡Recójanlo todo y lárguense antes de que cambie de opinión!

Los cazadores no necesitaron más. Se apresuraron a levantar al líder inconsciente y a llevarse a los que quedaban con vida, huyendo con la cola entre las piernas. El caos que antes llenaba el campo de batalla se disipó rápidamente, dejando solo el eco de los pasos apresurados de sus enemigos.

EL HARÉN DEL REY:  𝙴𝙻 𝙸𝙽𝙸𝙲𝙸𝙾   𝙻𝚄𝙻𝙰𝚆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora