𝟐𝟒

152 15 4
                                    

Luffy descendió a la cubierta con pasos firmes, el fresco aire nocturno ayudándole a despejar los pensamientos que le quemaban la mente. Al acercarse a la mesa, vio a Nami, Robin, Franky y Smoker sentados alrededor de un mapa extendido. La expresión de cada uno era seria, concentrada, y el brillo de la lámpara de aceite apenas iluminaba sus rostros, dándoles un aire de urgencia.

Nami fue la primera en levantar la mirada cuando Luffy llegó. Su ceño fruncido revelaba la preocupación que sentía, aunque su tono, cuando habló, era controlado.

—Finalmente despertaste—señaló el mapa—. Smoker acaba de darnos más información. Hay una zona a la que la Marina no puede acceder, y según parece, puede ser el último lugar donde podrían haber visto a los amigos de Law

Robin, siempre tranquila y enigmática, asintió mientras trazaba con delicadeza sus dedos por el borde del mapa. Su mirada afilada brillaba con conocimiento, como si ya hubiera desentrañado algunos de los secretos de esa región.

—Es un área no explorada—añadió Robin, su voz suave pero cargada de gravedad—. Pocos barcos han podido acercarse, y aquellos que lo intentaron no volvieron a reportarse. Sin embargo, si alguien puede descubrir qué está sucediendo allí, somos nosotros

Franky, siempre optimista, dio un golpe suave en la mesa, su mano metálica haciendo eco en la madera.

—¡Exactamente!—exclamó—. He hecho algunos ajustes al barco. Si logramos sortear las patrullas y llegar al lugar, estamos más que equipados para cualquier situación que enfrentemos.

Luffy se cruzó de brazos, su mirada fija en el mapa mientras escuchaba a sus amigos. A pesar del creciente temor por lo que podrían encontrar o no encontrar, una chispa de esperanza comenzó a encenderse en su pecho. Por primera vez en mucho tiempo, parecía que tenían una pista sólida, algo concreto que los podría llevar a encontrar a los amigos de Law.

Smoker, sentado con los brazos cruzados, dejó escapar un suspiro y se inclinó hacia adelante, su rostro grave. No era alguien que se inclinara fácilmente hacia la compasión, pero incluso él comprendía la importancia de esta misión, no solo para Law, sino para Luffy y su tripulación.

—Esto no será fácil—advirtió Smoker, con su voz profunda y autoritaria—. Esta área está fuera de los límites incluso para la Marina, se dice que es el escondite de Vega Punk, el científico, puede que sea peligroso, incluso hay mercenarios alrededor

Luffy asintió, agradecido por la advertencia, pero decidido a seguir adelante. Sabía que Smoker había hecho lo que estaba en sus manos para ayudar, y ahora dependía de ellos.

—Eso no importa. Vamos a entrar y vamos a encontrarlos. No importa quién esté a cargo ni lo que intenten hacer. No vamos a detenernos

Nami, que había estado observando en silencio, esbozó una sonrisa suave. Conocía a Luffy lo suficiente para saber que, una vez que tomaba una decisión, no había marcha atrás. A veces esa determinación les había metido en problemas, pero también había sido la clave de sus mayores victorias.

—Trazaremos una ruta por el perímetro—sugirió Nami, señalando una parte del mapa—. Si hay patrullas, necesitaremos evitar los puntos de control hasta estar lo suficientemente cerca para acercarnos sin ser detectados. Será complicado, pero si el clima coopera, tenemos una oportunidad

—¿Y qué pasa con las fuerzas que protegen la zona?—preguntó Robin, mirando a Smoker—. Sabemos que no serán fáciles de evadir

Smoker frunció el ceño, inhalando profundamente antes de responder.

—Son mercenarios, algunos de los mejores—dijo con seriedad—. Están bien armados y entrenados, y no tienen piedad con los intrusos. No puedo asegurar cuántos son ni cuántas patrullas hay, pero deben estar preparados para lo peor

EL HARÉN DEL REY:  𝙴𝙻 𝙸𝙽𝙸𝙲𝙸𝙾   𝙻𝚄𝙻𝙰𝚆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora