Mientras Luffy avanzaba por el pasillo, los ecos de los pasos enemigos se acercaban rápidamente. De pronto, la figura imponente de Rob Lucci apareció al final del corredor, acompañado por Kaku y otros agentes del CP9. El aire se tornó más pesado, y la tensión en el ambiente creció al instante.
—Mugiwara...—la voz fría de Lucci resonó en el pasillo—. Parece que el destino insiste en que nos encontremos de nuevo
Luffy sonrió, confiado como siempre.
—¡Lucci! Ya te vencí una vez, ¿por qué sigues buscando pelea?—El Gobierno Mundial no permitirá que sigas interfiriendo en sus planes. Esta vez, no será tan fácil
Detrás de Luffy, Sanji, Jinbei y Franky llegaron a toda velocidad, cada uno listo para la batalla
—¿Lucci, eh?—Sanji encendió un cigarrillo, su mirada fría como el acero—. No me importaría patearle el trasero de nuevo a estos tipos
—No están aquí solo por nosotros—explicó Jinbei, su voz grave y calmada—. Vienen por los Seraphim. No podemos permitir que los controlen
Franky, siempre entusiasta, ya tenía sus armas preparadas.—¡Je! ¡Que intenten! ¡Nadie le roba tecnología a Franky!
En ese momento, más versiones de Vegapunk aparecieron desde las sombras. Dos de ellas eran figuras que hasta ahora no habían visto: Atlas, con una expresión seria, y Pythagoras, ajustando rápidamente los sistemas de seguridad del laboratorio.
—Es un placer conocerlos, Mugiwara—dijo Atlas, su voz mecánica pero autoritaria—. Lamentablemente, las cosas están fuera de control
—El CP9 está tras los Seraphim—explicó Pythagoras mientras manipulaba una consola—. Debemos sacarlos del laboratorio antes de que caigan en las manos equivocadas. Ya están preparados, pero el proceso de evacuación llevará tiempo
—No tenemos tiempo—respondió Sanji, lanzando una patada al suelo, ansioso por pelear—. Si Lucci está aquí, no van a esperar pacientemente
Justo en ese momento, un estruendo sacudió la base. Las paredes vibraron, y de una de las salas cercanas, los Seraphim comenzaron a emerger. Eran imponentes, máquinas de guerra casi perfectas, replicas mejoradas de algunos de los piratas más poderosos.
Luffy miró a los Seraphim con asombro y preocupación.—Así que estas son las armas de las que hablaban...
Lucci, con una sonrisa fría, avanzó hacia Luffy.—Son la clave para el nuevo orden del Gobierno Mundial. Y hoy se decidirá si pertenecen a ellos… o a ti
—¡No dejaré que eso pase!—Luffy gritó, saltando hacia adelante y lanzando un "Gear Fourth" sin perder tiempo. Su cuerpo se infló y su energía se concentró en su puño, listo para chocar con Lucci.
El choque entre los dos fue brutal, las ondas de choque sacudieron el pasillo, y ambos comenzaron un intercambio feroz de golpes. Luffy, con su velocidad y fuerza aumentadas, logró igualar la agilidad de Lucci, quien había perfeccionado aún más su estilo de combate.
Sanji, Jinbei y Franky, mientras tanto, se ocuparon del resto del CP9. Sanji se lanzó hacia Kaku con una velocidad impresionante, mientras Jinbei usaba su “Karate Gyojin” para detener a los agentes que intentaban avanzar hacia los Seraphim.
—¡No se acerquen a esas máquinas!—gritó Franky, disparando misiles y rayos láser hacia los intrusos, asegurándose de que los Seraphim no fueran activados bajo el control del CP9.
Sin embargo, la situación se complicaba. A pesar de los esfuerzos de los Sombrero de Paja, algunos de los Seraphim comenzaban a activarse. Sus ojos brillaban con un resplandor rojo, y uno de ellos, que tenía la apariencia de Mihawk, desenfundó una espada que relucía con un brillo mortal.

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EL HARÉN DEL REY: 𝙴𝙻 𝙸𝙽𝙸𝙲𝙸𝙾
FanfictionTrafalgar Law se ve arrastrado a un destino cruel y despiadado, intercambiado como una mercancía en un oscuro pacto para convertirse en el concubino del pirata más poderoso de todo East Blue. Su libertad, su voluntad, todo sacrificado en un juego re...