Law intentaba sumergirse en las páginas de su libro, pero cada intento se veía interrumpido por la lengua de Luffy colándose entre sus piernas. Aunque fingía ignorar al alfa, su provocación era palpable. Luffy se deleitaba en el juego, y Law, con solo una camiseta roja de manga larga y un calzoncillo negro que había desaparecido, no podía más que dejarse llevar por la tensión creciente.
Cada lamida, cada roce de la lengua de Luffy sobre su piel, lo hacía sentir una mezcla de vulnerabilidad y deseo. Abrió más las piernas, dejándose llevar por la sensación, sintiendo cómo la presión y la excitación lo invadían. Las páginas del libro se convirtieron en un mero telón de fondo mientras sus gemidos escapaban involuntariamente, cada sonido un susurro de su entrega.
La lengua de Luffy descendió hasta su perineo y luego hasta sus testículos, y Law cerró los ojos, sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo. Era una sensación deliciosa, como si cada lamida y cada succión lo acercaran a un precipicio del que no quería escapar. Cuando Luffy se despegó, un rastro de lubricante brillaba en su lengua, y la mirada intensa de su esposo lo atravesó.
—Precioso, no seas tímido. No hay nada de ti que no haya visto, cada parte, cada reacción—dijo Luffy, intentando quitarle el libro que ocultaba su rostro.
—Estoy leyendo, estás interrumpiendo mi lectura...—protestó Law, aunque la lucha por mantener su voz firme era casi cómica.
Luffy sonrió, un destello travieso en sus ojos, y, con un movimiento decidido, lo jaló, abriendo aún más sus piernas. La boca del alfa se apresuró a envolver su miembro, succionando con una hambre voraz que desarmaba a Law. Cada movimiento de Luffy era un golpe directo a su deseo, y Law sentía que su resistencia se desvanecía, dejando solo un rastro de necesidad ardiente.
—¡Ugh!—gimió Law, sintiendo cómo la desesperación se apoderaba de él. Intentó cerrar las piernas, pero Luffy lo negó, manteniéndolo expuesto, vulnerable.
La intensidad del momento aumentó, y Law no podía ocultar lo mucho que le excitaba ver a Luffy sumido en su placer, tomando lo que deseaba con esa voracidad casi animal. La pasión y la hambre que emanaba de su esposo eran contagiosas, y Law sabía que también ardía con el mismo fuego. La idea de tenerlo dentro de él lo llenaba de una necesidad abrumadora, un deseo que solo se intensificaba con cada movimiento.
Cuando Luffy finalmente se detuvo, entrando en él con una fuerza deliciosa, Law sintió el mundo desvanecerse a su alrededor. Gimiendo y jadeando, intentó volver a concentrarse en el libro, pero cada empujón, cada roce de Luffy contra su interior, lo distraía por completo.
—Ugh, ahm, Lu... estoy leyendo, y... ¡Ahm!—gritó, su cuerpo respondiendo a cada estímulo.
Los labios de Luffy acariciaron su pezón, y Law se dejó llevar, sintiendo cómo el deseo se apoderaba de él. La forma en que Luffy lo provocaba, estirando su pezón con coquetería, lo llevó al borde de la locura. Con un movimiento repentino, Luffy le arrancó el libro de las manos y lo arrojó a un lado, el sonido resonando en la habitación.
—Precioso, el libro puede esperar, yo no—dijo Luffy, besándolo con una intensidad que lo dejó sin aliento—. Te ves tan sexy con mi camiseta, Torao. ¿Prefieres el libro o yo?
La respuesta era obvia, pero Law no podía evitar el juego. Luffy empujó sus caderas con fuerza, y Law se agarró de la almohada, dejándose llevar por la mezcla de placer y desesperación que inundaba el aire. Cada empujón de Luffy lo llevaba más lejos, abriendo los ojos solo para ver cómo la pasión iluminaba el rostro de su esposo.
—Lu... ¡No te estires dentro de mí!—jadeó, sintiendo cómo la presión aumentaba—. ¡Te siento demasiado!
Luffy sonrió, complacido, y continuó, su ritmo volviéndose más intenso.
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EL HARÉN DEL REY: 𝙴𝙻 𝙸𝙽𝙸𝙲𝙸𝙾
FanficTrafalgar Law se ve arrastrado a un destino cruel y despiadado, intercambiado como una mercancía en un oscuro pacto para convertirse en el concubino del pirata más poderoso de todo East Blue. Su libertad, su voluntad, todo sacrificado en un juego re...