𝟐𝟑

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Ambos no sabían cómo reaccionar, atrapados en un silencio espeso y asfixiante. Las palabras de Law aún colgaban en el aire, dolorosas y venenosas. Había sido injusto, hiriente, y eso lo carcomía por dentro. Luffy siempre había sido el faro que iluminaba a los demás, el que rescataba a todos, pero... ¿Quién lo rescataba a él cuando se hundía en la oscuridad?

Law cerró los ojos, agobiado por la culpa, y sin encontrar una mejor forma de enmendarlo, se acercó lentamente hasta envolverlo en un abrazo desde atrás. Se sentía patético, torpe, como si no supiera cómo consolar ni a sí mismo, mucho menos a Luffy.

—Lo siento... Yo...—murmuró con voz rota, su frente apoyada en el hombro de Luffy, incapaz de articular algo más.

Para su sorpresa, Luffy no lo rechazó. Al contrario, lo recibió con una calidez que parecía desarmarlo por completo. El aroma de las feromonas de Luffy lo invadió de inmediato, y una sensación de tranquilidad lo envolvió. Ese aroma, tan familiar y embriagador, lo hacía querer ronronear como un cachorro y restregarse en él, un impulso que lo abrumaba y lo hacía desear desaparecer de la vergüenza.

—Lo entiendo—su voz casi un susurro suave—, pero no lo veas todo perdido. Ellos están bien, son fuertes... créeme, los volverás a ver. Pero por ahora, puedes confiar en mí

Antes de que Law pudiera responder, Luffy se giró con delicadeza, y sus labios se encontraron en un beso suave, cargado de cariño y contención. No era un beso apasionado, sino uno lleno de cuidado, como si temiera romperlo. Luego, Luffy acercó su rostro al cuello de Law y aspiró profundamente, el ronroneo del alfa resonando en su pecho. La calidez del contacto hizo que el cuerpo de Law se relajara involuntariamente, y el sonido del ronroneo de Luffy fue como una melodía apacible que lo hizo sentir a salvo.

Sin previo aviso, Luffy lo atrajo más hacia él, colocándolo sobre su regazo, sus brazos envolviéndolo con fuerza, como si temiera que si lo soltaba, Law se desvanecería en el aire. Law, por primera vez en mucho tiempo, se permitió rendirse a esa sensación de seguridad. No había promesas vacías ni palabras de consuelo forzadas, solo el calor de Luffy, su fuerza y su presencia inquebrantable. Y en ese momento, Law decidió confiar, aferrarse a la esperanza que Luffy le ofrecía, aunque fuera solo por un instante.

El corazón de Law latía desbocado, un tamborileo frenético bajo la calidez del abrazo de Luffy. Sentía cómo los dedos de Luffy se aferraban a él, como si no quisiera soltarlo nunca, y en el fondo, Law se dio cuenta de que él tampoco quería que lo hiciera. No sabía cómo había llegado a este punto, donde sus miedos y sus inseguridades lo arrastraban hasta hundirse en un pozo sin fondo, pero ahí estaba Luffy, sosteniéndolo, dándole algo a lo que aferrarse en medio de la tormenta.

Luffy mantuvo el beso suave y pausado, un roce de labios que no exigía nada más que su presencia, su cercanía. La quietud de ese momento parecía una tregua en medio del caos. Cuando se separaron, solo lo suficiente para respirar, Luffy apoyó su frente en la de Law, sus ojos entrecerrados, pero llenos de esa chispa inquebrantable que lo había conquistado desde el principio.

—Yo también he tenido miedo—admitió Luffy en un susurro apenas audible, su voz vulnerable como pocas veces—. A veces siento que no soy suficiente... que no puedo proteger a todos. Pero contigo, Torao... contigo siento que puedo ser yo, que no tengo que ser el fuerte todo el tiempo

Esas palabras hicieron que algo dentro de Law se quebrara. Nunca había considerado que alguien como Luffy, tan lleno de vida y determinación, pudiera tener esas dudas, esos temores tan similares a los suyos. Era como si estuvieran reflejándose el uno en el otro, sus vulnerabilidades expuestas, pero al mismo tiempo creando un lazo más fuerte.

Law levantó la mano temblorosa y acarició el rostro de Luffy, trazando con sus dedos la línea de su mandíbula, suave pero firme. Quería decir algo, encontrar las palabras adecuadas, pero todo lo que podía ofrecer era el latido acelerado de su propio corazón y el ronroneo involuntario que escapaba de su pecho, un eco del que provenía de Luffy.

EL HARÉN DEL REY:  𝙴𝙻 𝙸𝙽𝙸𝙲𝙸𝙾   𝙻𝚄𝙻𝙰𝚆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora