Capítulo 41: La Sombra de Gisela

0 0 0
                                    

El taxi se detuvo en la entrada del estadio, y al momento que Klara salió del vehículo, una pequeña multitud de reporteros que parecía haber estado esperando toda la mañana su llegada, la rodearon al reconocerla, comenzando a lanzarle preguntas directas.

—Gisela, ¿puedes confirmar tu identidad? ¿Por que desapareciste? —preguntó uno de los reporteros, mientras otros intentaban captar algún gesto en el rostro de la ex patinadora.

Klara mantuvo la mirada firme al frente mientras caminaba, con sus ojos reflejando la resignación y enfado que sentía en ese momento. Irina, caminando a su lado, apretó los labios y evitó mirarla, aún con los restos de su propia irritación. 

Ethan avanzó rápidamente junto a ellas, manteniendo una mano en el hombro de Susie, quien observaba la escena con nerviosismo. Los micrófonos apuntaban en todas direcciones, intentando capturar alguna reacción sobre Klara de cualquiera del grupo, pero Ethan se interponía cada vez que uno de los reporteros se acercaba demasiado, protegiendo a Susie de la presión abrumadora de la situación.

Unos minutos después, Irina se encontraba frente a un espejo, ajustando el borde de su vestido, aunque su expresión reflejaba claramente que su mente estaba en otra parte. Ni los destellos del vestuario y el murmullo de las demás competidoras lograban sacarla de sus pensamientos. 

Susie, que también estaba terminando de arreglarse a unos pasos de Irina, echó un vistazo de reojo y dudó un momento antes de hacer una pregunta en voz baja.

—¿Crees que la pista estará fría? No estoy segura de haber elegido bien las mangas —murmuró, observando su propio reflejo con cierta duda. Al ver que Irina no reaccionaba, añadió—. Tal vez debería ajustar el peinado también... ¿Tú qué piensas?

Irina no respondió; su mirada permanecía fija en el espejo, y sus manos seguían ocupadas en alisar con cuidado su vestido. Susie soltó un suspiro y dejó el tema, entendiendo que, probablemente, en ese momento, las preocupaciones de Irina estaban mucho más allá de su vestuario.

Pasaron unos segundos en silencio hasta que Susie, incapaz de contenerse, habló de nuevo, esta vez con un tono más suave.

—Sé que todo esto es complicado —susurró, como para no romper demasiado el silencio—. Pero... sé que puedes hacerlo bien hoy, Irina.

Irina frunció el ceño ligeramente, pero no respondió. De pronto, una patinadora se detuvo junto a Irina y le dirigió una sonrisa amistosa mientras comenzaba a hablarle en su idioma natal.

—Lo siento, no te entiendo —respondió Irina, alzando una mano.

—Oh, perdón, olvidé que no eres de aquí —se corrigió la chica rápidamente, ahora en el idioma de Irina—. Decía que es un placer conocerte, Irina Valieva.

—Lo mismo digo... —Irina hizo una pausa, claramente sin saber su nombre.

—Sofia Becker.

Irina asintió y le devolvió una sonrisa breve, más por cortesía que por ganas. Sin más, volvió su atención al espejo, tratando de recuperar su espacio personal. Sin embargo, la patinadora volvió a dirigirle la palabra. 

—¿Cómo se siente? —preguntó, mirando fijamente a Irina. 

—¿Cómo se siente qué? —preguntó Irina, mientras giraba su mirada nuevamente hacia ella.

—Ser la patinadora de Gisela.

Irina tensó la mandíbula, sintiendo el peso de la pregunta. Bajó la mirada y respiró profundamente.

—No quiero hablar de eso.

Sofia se mantuvo en silencio unos segundos hasta que soltó una risa, y se inclinó un poco hacia Irina, bajando la voz como si compartiera un secreto.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 15 hours ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Orgullo de InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora