Minutos después, los tres iban en silencio dentro de la camioneta de Klara. Al ser una camioneta antigua, esta solo tenía un asiento completo. Irina estaba sentada en medio, con Ethan a su derecha y Klara a su izquierda. Debido a los sucesos de la noche anterior, el ambiente se sentía tenso, y aunque ninguno de los tres decía nada, el silencio hablaba por sí mismo.
El único sonido que lo rompía era la música que sonaba suavemente desde el estéreo de la camioneta. No era un ruido molesto, pero tampoco era lo suficientemente fuerte como para distraer a Irina de la incomodidad que sentía. Apretó los labios, sintiéndose atrapada entre Ethan, con su optimismo calmado, y Klara, que mantenía una expresión neutral, la mirada fija en el camino, como si no tuviera ninguna intención de romper el hielo.
Irina echó un vistazo rápido a ambos lados. A su derecha, Ethan jugueteaba distraídamente con el cinturón de seguridad, relajado pero consciente de la tensión en el aire. A su izquierda, Klara estaba concentrada en manejar, con una mano en el volante y la otra apoyada en el borde de la ventana. Su postura relajada contrastaba con la de Irina, que mantenía los hombros tensos y las manos apretadas sobre su regazo.
Finalmente, incapaz de soportar el silencio, Ethan carraspeó suavemente, antes de hablar.
—Bueno, parece que el clima está de nuestro lado hoy —comentó con un tono liviano, mirando hacia el cielo nublado a través del parabrisas.
—¿Si sabes que comenzará a nevar en cualquier momento? —preguntó Klara.
—Combina contigo, con tu personalidad fría —soltó Irina con un tono de molestia, cruzando los brazos mientras miraba por la ventana.
Ese "ataque" inesperado hizo que tanto Klara como Ethan dirigieran su mirada hacia ella. Ethan frunció el ceño levemente, claramente incómodo con la tensión en el aire. Pero Klara, por su parte, tras un breve silencio, regresó su vista al frente. Su expresión seria pronto empezó a cambiar. Al principio fue apenas un movimiento de sus labios, pero en cuestión de segundos, una pequeña sonrisa se formó en su rostro.
—¿Así que soy fría, eh? —dijo Klara, entre risas, como si el comentario de Irina le hubiera hecho más gracia de la que ella misma esperaba.
Irina la miró de reojo, con sus labios apretados, mientras Ethan intentaba intervenir, claramente ansioso por calmar el ambiente.
—Vamos, chicas, estamos todos en el mismo equipo hoy —dijo Ethan, tratando de desviar la conversación hacia algo más neutral, aunque la pequeña sonrisa en su rostro revelaba que, al menos en parte, también había encontrado divertida la situación.
Irina tomó aire y soltó un suspiro. No estaba de humor para discutir, mucho menos con la competencia tan cerca.
—Pensé que no vendrías —comentó Irina, intentando romper el hielo, aunque sin mucho entusiasmo.
—No tenía nada más que hacer. El Aurora estará cerrado todo el día y no pensaba quedarme en casa aburrida. Así que, aquí estoy, llevándolos en mi camioneta a una competencia a la que no quería ir —respondió Klara, sin despegar la vista del camino.
—Gracias por acompañarnos —agregó Ethan.
—Tú no me hables, sigo enojada contigo —replicó Klara de inmediato, cortando cualquier intento de conversación.
—Oh, por favor, no es para tanto.
—Encima, mira esa corbata horrible que te pusiste. Ni siquiera combina con tu traje.
—¿Debería quitármela? —preguntó Ethan, mientras tiraba suavemente de la corbata.
—Sí, y estoy segura de que Irina piensa lo mismo —dijo Klara con una sonrisa apenas perceptible en sus labios.
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Orgullo de Invierno
Ficción GeneralIrina es una patinadora artística rusa, cuyo talento brilla en la escena nacional y regional, pero su impresionante habilidad viene acompañada de una arrogancia y orgullo que la han dejado sin entrenadores dispuestos a soportar su actitud. Tras perd...