Capítulo 24: Ritmos de Patinaje

1 0 0
                                    

Irina y Susie caminaban juntas hacia la pista de hielo, preparadas para comenzar con el entrenamiento matutino.

—¡Espera, Irina! —exclamó Susie, deteniéndose de repente y sacando su celular del bolsillo.

—¿Qué sucede? —preguntó Irina, mientras miraba a Susie con curiosidad.

—Quiero que nos tomemos una foto —dijo Susie, con una sonrisa amplia y los ojos brillando de emoción—. Me encantaría subir una a Instagram. Es nuestro primer día entrenando juntas, y quiero que quede guardado como un recuerdo especial.

Irina parpadeó, sorprendida por la petición inesperada. No era extraño que la gente le pidiera fotos, pero esto se sentía distinto. Tomándose incluso un momento para procesar la idea.

—¿Una foto? —repitió, como si estuviera evaluando la propuesta.

—¡Sí! —afirmó Susie con entusiasmo—. Vamos, solo una. Será divertido, y será nuestro primer recuerdo juntas. ¿Qué dices?

Era extraño para Irina ver como Susie parecía encontrar alegría en cada pequeño detalle. Finalmente, esbozó una leve sonrisa.

—Supongo que no hay problema —aceptó con un encogimiento de hombros.

—¡Genial! —dijo Susie, apretando un puño en señal de victoria. 

Luego se acercó a Irina mientras ponía la cámara frontal de su celular. Por un momento, Irina sintió una leve punzada de nerviosismo. Aunque estaba acostumbrada a tomarse fotos con fans, esta foto era diferente. No era una simple instantánea con desconocidos; era un momento compartido con alguien que se había convertido en su compañera de patinaje.

Irina arregló su cabello y se inclinó un poco hacia adelante para estar a la altura de Susie, quien levantaba la mano en un gesto de paz mientras hacia una cara graciosa. Irina la miró de reojo y, un poco insegura, levantó la mano imitando el gesto, pero con una sonrisa más natural.

—¡Whisky! —dijo Susie, y en ese instante tomó la foto.

Cuando la imagen apareció en la pantalla, Susie la revisó con entusiasmo, con sus ojos recorriendo la imagen con una emoción notable.

—¡Me encanta! —exclamó, mostrando el celular a Irina—. ¿Qué te parece?

Irina se inclinó un poco para mirar la pantalla. La sonrisa de Susie era contagiosa, y la suya, aunque más sutil, mostraba una chispa de alegría que ni ella misma sabía que tenía.

—Se ve bien —respondió Irina, sin poder evitar que una sonrisa sincera se dibujara en sus labios.

Susie asintió con entusiasmo, ya moviendo los dedos sobre la pantalla para subir la foto. Irina la observó con cierta fascinación, aun preguntándose cómo alguien podía encontrar tanta alegría en un simple gesto.

—Esta foto va a tener muchos corazones —dijo Susie mientras subía la foto—. Ahora sí, ¡a entrenar!

Irina asintió, todavía con la sonrisa en los labios, y ambas se dirigieron hacia el hielo, listas para empezar el entrenamiento.

Mientras Irina y Susie comenzaban su rutina de calentamiento en la pista, sus movimientos reflejaban la concentración y la energía que cada una aportaba al entrenamiento. Irina se enfocaba en su técnica, mientras que Susie ejecutaba ejercicios más fluidos, casi como si bailara sobre el hielo. A lo lejos, se escuchaba el crujido de una escalera cuando Ethan, subido en lo alto, intentaba reparar un altavoz que había estado fallando durante la última semana. La estructura metálica estaba apoyada contra una pared, y desde allí Ethan luchaba por mantener el equilibrio mientras ajustaba algunos cables.

Orgullo de InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora