Sombras y Susurros

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La madrugada comenzó a filtrarse por la ventana, un tenue resplandor que me hizo abrir los ojos. A mi lado, Lucifer permanecía en silencio, su mirada fija en el techo, perdido en pensamientos que parecían tan oscuros y profundos como él mismo. Me giré para observarlo, cautivado una vez más por esa mezcla de poder y vulnerabilidad que emanaba de su presencia.

"¿En qué piensas?" murmuré, rompiendo el silencio de la habitación.

Lucifer sonrió, una sonrisa pequeña, casi nostálgica. "En ti," respondió, sin apartar la vista. "En lo que significa para ambos lo que ocurrió esta noche." Su voz era suave, pero había una sombra en sus palabras, un tono que me hizo sentir un leve escalofrío.

Me incorporé ligeramente, apoyándome en un codo, intentando descifrar su expresión. "¿Qué quieres decir?"

"Damon, todo lo que has experimentado esta noche es solo el inicio. Entrar en mi mundo... significa aceptar los riesgos que conlleva. Yo no soy alguien común, y aunque tú ya lo sabes, creo que aún no entiendes el alcance de lo que esto implica."

Mis pensamientos estaban nublados aún por el cansancio y el resabio de nuestra conexión íntima. Pero en sus palabras, pude percibir una advertencia que me hacía sentir inseguro. Una parte de mí quería replegarse, protegerme, pero otra... una mucho más poderosa, anhelaba lo desconocido, anhelaba explorar todo lo que Lucifer significaba.

"Lo que pasó entre nosotros... lo quiero. No me importa lo que signifique," dije, mi voz cargada de determinación, a pesar de la pequeña vacilación que intenté esconder.

Lucifer giró la cabeza para mirarme, sus ojos intensos, penetrantes. "Esa es precisamente la razón por la que temo por ti," susurró. "Tu deseo de entregarte sin reservas te vuelve vulnerable a cosas que ni siquiera imaginas."

Sentí un nudo en el estómago. Las palabras de Lucifer despertaban preguntas que aún no estaba listo para enfrentar. Sin embargo, la curiosidad y el deseo de comprender lo que él era, y lo que significaba nuestra unión, me impulsaban a seguir adelante.

"Entonces enséñame. Muéstrame lo que implica estar contigo," dije finalmente, tomando su mano entre las mías. "No quiero quedarme a medias."

Él soltó un suspiro, sus dedos entrelazándose con los míos, una corriente de calor recorriéndome. "Eso haré, Damon. Pero debes estar preparado, porque no habrá vuelta atrás. Yo no soy simplemente un amante ni un ser que puedas tener en tu vida sin consecuencias."

Se incorporó y comenzó a vestirse, sus movimientos elegantes y calculados, como si cada paso suyo se conectara a un poder que iba mucho más allá de lo humano. Lo observé en silencio, sin saber si lo que sentía era miedo, respeto, o un deseo aún más profundo de adentrarme en su mundo.

"Esta noche, ven conmigo a un lugar," dijo Lucifer, girándose para mirarme. "Allí comprenderás mejor quién soy realmente... y hasta dónde puede llevarte esta decisión."

No había preguntas que hacer, solo una aceptación silenciosa de lo que vendría. Sabía que esta elección me cambiaría para siempre, pero ya no había espacio para la duda. Lucifer y yo habíamos cruzado una línea, y ahora solo quedaba enfrentar las sombras que se desplegaban ante mí, guiado por sus manos.

El Hijo Del DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora