Sombras y Juramentos

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La madrugada nos envolvía en un silencio espeso cuando desperté junto a Lucifer, una calma cargada de tensiones y secretos latentes. Sentía que algo había cambiado profundamente dentro de mí, como si su presencia hubiera dejado huellas imborrables en cada rincón de mi ser. Pero junto a ese éxtasis, también crecía una inquietud. Había en el aire una sensación de algo inminente, algo que ambos compartíamos pero aún no discutíamos.

Lucifer me observaba, sus ojos reflejando una mezcla de satisfacción y... preocupación. Había algo que él sabía y que yo aún no comprendía.

"Damon," susurró suavemente, sus dedos recorriendo mi rostro, calmándome. "Hay algo que necesito que sepas."

Me incorporé, enfocándome en sus palabras, mi cuerpo aún vibrando por la intensidad de lo que habíamos compartido. "¿De qué se trata?"

"Lo que hemos desencadenado juntos no pasará desapercibido." Su voz era grave, y en sus ojos había un destello de algo casi... protector. "El equilibrio entre las fuerzas que rigen este mundo es frágil, y mi conexión contigo, tan poderosa y auténtica, atraerá la atención de aquellos que no desean ver estas barreras cruzadas."

"¿Te refieres a... otros seres como tú?" pregunté, sintiendo cómo el miedo y la curiosidad crecían en mi pecho.

Lucifer asintió. "Algunos ángeles, y otras entidades que he conocido a lo largo de siglos, son conscientes de que, en nuestra unión, yace un poder que podría alterar el orden establecido. Vendrán por nosotros, y puede que te arrastren a una guerra que ni siquiera sabes que existe."

La idea de una guerra, de un conflicto entre seres de naturaleza divina y demoníaca, resonó profundamente en mí. No estaba seguro de lo que significaba, pero una parte de mí, la que él había despertado, ansiaba saber más, entender lo que estaba en juego.

"¿Y si peleamos juntos?" pregunté, mi voz más firme de lo que esperaba.

Lucifer me miró, una chispa de admiración y sorpresa cruzando su rostro. "Ese es el espíritu que me cautivó, Damon," dijo, su tono suavizándose. "Pero entiende que esta no será una lucha justa. Cada lado tiene sus propios intereses, y en el centro de todo eso, tú podrías ser la clave que determine quién prevalece."

El peso de sus palabras se asentó en mí, pero no me amedrentó. Sabía que había mucho que desconocía, pero junto a él, me sentía capaz de enfrentar cualquier amenaza, de adentrarme en las sombras y descubrir lo que mi destino me tenía reservado.

"Entonces no me detendré," respondí, con una certeza que surgía desde lo más profundo de mi ser. "Si esta conexión entre nosotros es tan poderosa, no me importa quién intente separarnos."

Lucifer sonrió, y en su mirada vi no solo aprecio, sino una oscura promesa de lealtad. "Entonces prepárate, Damon. Porque lo que se avecina nos llevará a lugares que jamás habías imaginado."

El Hijo Del DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora