Make You Love Me

51:ATTEMPT KIENAPPING

LALISA

"Lisa, ven conmigo. Visitaremos a los demás pacientes", me dijo el doctor Song.

Ahora somos amigos, si tienes curiosidad.

Ya nos perdonamos y ya no mencionamos lo que pasó la última vez.

Sorprendentemente, pudimos construir una amistad y una relación de compañeros de trabajo. Seulgi también era cercana a él desde que decidí dejar que Song Kang fuera mi amigo.

Mi amiga también será amiga de Seulgi.

"¡Está bien!" Caminé a su lado mientras hacíamos la ronda. Visitamos cada habitación y comprobamos su estado.

Después de terminar la ronda, el Dr. Song me invitó a almorzar afuera con Seulgi. Fuimos a un restaurante de jajangmyeon y pedimos tres tazones para cada uno, así como un poco de bimbimbap.

"Quiero que ustedes dos me ayuden con una de mis operaciones", declaró el Dr. Song.

"¿Podemos rechazar eso?" preguntó Seulgi, pero sé que solo estaba bromeando.

El Dr. Song negó con la cabeza. "No, es una exigencia".

—No tenemos elección, Seulgi; deshagámonos de él. —Me uní a las bromas de Seulgi.

"¡Sí! Nunca hagas eso", se quejó, y nos reímos de su reacción.

- ¿En qué consistirá la operación? - le pregunté.

"Trasplante de corazón."

"Es bastante peligroso", afirmó Seulgi.

Él asintió y nos miró con expresión seria. "Sí, lo es, y confío en ustedes dos".

—Sí, lo que sea —gemimos y él se rió.

Terminamos de almorzar y planeamos regresar al hospital.

Estábamos esperando que los coches se detuvieran porque íbamos a cruzar la calle. De repente, una gran furgoneta negra se paró delante de nosotros.

Recibimos una alarma y dimos un paso atrás.

Las demás personas que nos acompañaban también estaban confundidas. La camioneta se abrió y bajaron tres tipos corpulentos con máscaras y gorras.

El único chico que tuvo contacto visual conmigo

"¡Mierda!", maldigo sin querer. Seulgi y Kang se alarmaron, así que bloquearon a los chicos. Me arriesgué y corrí. Miré a mi alrededor para encontrar a Suga, pero lo vi peleando con cuatro chicos.
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Corrí por la zona y la camioneta me siguió. Luego, dos tipos se acercaron a la camioneta para perseguirme. Corrí hacia la multitud, me quité la bata blanca, la liga del pelo y me escondí entre la multitud.

Marqué el 911 y me rescatarían en unos minutos. Mientras tanto, entré al centro comercial para darle tiempo a que llegara la policía.

Tiré mi bata de laboratorio a la basura y creo que me pusieron un rastreador porque saben dónde estoy. Decidí quitarme la tarjeta SIM y rompí mi teléfono.

Cojo una gorra y entro en la tienda departamental. Vi a un tipo solo que me buscaba. Parecía que se habían separado para encontrarme.

Me acerqué a él en secreto, le tapé la boca, le golpeé la nuca y lo arrastré hasta el probador.

Lo até allí con un pañuelo que tomé del maniquí y busqué en su bolsillo para encontrar alguna identificación o información sobre él.

Le quité la máscara y la gorra, luego desbloqueé su teléfono usando mi huella digital. Navegué por su historial de llamadas y mensajes.