Make You Love Me

33:ANGER

LALISA

Bajamos a desayunar. Estoy muy estresada por las cosas que están pasando en mi vida. Mi padre biológico está aquí vivito y coleando; el Dr. Song me dio un puñetazo en la cara y Nini quería vengarse de él.

Seulgi y yo iremos al hospital para continuar con nuestra pasantía. No nos importa lo que nos pueda pasar, pero siempre que hayamos hecho lo correcto, no nos importa y aceptaremos el castigo.

—Nos vamos ahora —les informó Seulgi.

Jisooni se limpia los labios laterales y asiente: "Ten cuidado en el camino".

—Hasta luego, nos vamos, Nini. —Me levanté de mi asiento y le di un beso en las mejillas.

"¿Quieres que te deje?", me preguntó Nini, ganándose un gesto de negación con la cabeza por mi parte.

—Seulgi compró su auto para que pueda ir con ella. No te saltes ninguna comida, termina tu trabajo y evita estresarte —le recordé y ella asintió con la cabeza en señal de comprensión.

—¡Adiós, Lili! —Me hizo un gesto con la mano y yo hice lo mismo.

"¡¡Adiós a todos!!"

Seulgi y yo salimos de la Mansión Kim en su auto. El viaje fue tranquilo y no sabemos qué nos va a pasar; nos van a revocar la pasantía, nos van a suspender, alguien va a presentar una denuncia en nuestra contra, etc.

Hay muchas cosas que nos podrían pasar, pero simplemente las aceptaremos.

En pocos minutos llegamos al hospital y Seulgi estacionó hábilmente su auto. Ambos respiramos profundamente y nos preparamos.

"¿Estás lista, Lali?", me preguntó Seulgi mientras nos desabrochábamos los cinturones de seguridad.

—Más que lista, Seulgi —dije con confianza.

Chocamos los puños y bajamos del auto, luego comenzamos a caminar hacia el interior del hospital. Hay muchos ojos en la escena; ya saben lo que sucedió.

"Pasante Kang y pasante Manoban, el director quiere que vayan a la sala de reuniones", nos informó una de las enfermeras llamada Wendy.

—Gracias, Wendy-sshi. —Le agradecimos educadamente y ella se rió entre dientes.

—Preparad las orejas, buena suerte perras. —Wendy saludó juguetonamente y se alejó.

Nos reímos de sus payasadas y negamos con la cabeza.

No nos queda otra opción que hacer lo que ella dice, así que tomamos el ascensor hasta el séptimo piso, donde está la sala de reuniones.

Cuando llegamos a la sala de reuniones, muchos de nuestros médicos superiores estaban allí y vi al Dr. Song Kang, el que me golpeó, sonriendo.

Seulgi y yo estamos de pie frente a ellos como si hubiéramos cometido un crimen. Todas las luces están encendidas y ellos están sentados cómodamente en sus asientos.

—Pasante Kang y pasante Manoban, ¿saben por qué están aquí? —preguntó un viejo médico.

Sí —respondimos al unísono, sin pensarlo mucho.

"¿Nos puedes decir qué es?"

Seulgi me miró, indicándome que hablara primero.

"Operamos a un hombre sin la supervisión de otros médicos y lo hicimos en urgencias. Aquí solo somos internos y cometimos un error. El paciente podría haber muerto por culpa de nuestro egoísmo e imprudencia". Vi que el doctor Song Kang sonreía con sorna y seguí hablando.