Make You Love Me

32: INTERN. MANOBAN

LALISA

Esta fue una semana tan estresante que me quedé en el hospital la mayor parte del tiempo. No puedo salir a relajarme ni siquiera a pasear para tomar fotos como siempre hago cuando estoy estresada.

Cuando llegué por primera vez al hospital, los médicos se peleaban por mí. Dijeron que querían manipularme y querían ser mis instructores.

Los dejé pelear y esperé al único médico que me atendería. Seulgi y yo no podemos ir a casa porque siempre nos retienen. Siempre nos hacen trabajar y ayudan a los médicos en la sala de emergencias.

De hecho, intenté coser las heridas de alguien e incluso operarlo.

Sé que todavía soy pasante, pero ya operé a un paciente porque uno de los médicos temerosos me dio su trabajo; tenía miedo de operarlo porque es un jefe de la mafia.

Un grupo de hombres con traje llega a urgencias. Llevaban a un hombre en brazos y creo que recibió un disparo en el pecho derecho.

El médico que estaba a mi lado lo revisó y se asustó porque el grupo de la mafia le advirtió.

"Operenlo, asegúrense de que salga vivo del quirófano, de lo contrario, su vida estará en juego", dijo un tipo grande y nos amenazaba.

"No soy una m—"

"Asegúrate de ello", dijo el tipo con severidad, y el médico me pasó su identificación y su estetoscopio.

"Me voy. No puedo operarlo. Ya no me importa perder mi licencia. Prefiero perderla que mi vida". De repente, salió corriendo.

Seulgi y yo nos quedamos estupefactos. Llegó el doctor Choi y estaba a punto de operarlo, pero también se asustó porque este hombre lo estaba amenazando.

—Todos ustedes pueden callarse. No están ayudando a su jefe. ¿Por qué no intentan operarlo en lugar de asustar a los médicos de aquí? —Me crucé de brazos y los miré con enojo.

—Chico, él es nuestro jefe, y si él... —lo interrumpí.

—Morirá en unos siete minutos y treinta y nueve segundos por haber perdido demasiada sangre. Yo seré quien lo opere si muere; no es mi culpa porque es tuya. Dos médicos intentan salvarlo, pero tú sigues balbuceando cosas que los asustan. El tiempo avanza. No tenemos tiempo suficiente para llevarlo a la sala de operaciones. —Miré a Seulgi y ella supo lo que estaba planeando. Ella asintió y agarró las cosas que necesitábamos para operarlo.

"Felicitaciones a todos. Podrán ver una operación en vivo, así que cállense y oren por él". Me miraron como si estuviera perdiendo la cordura.

—Pasante, Manoban, no puedes hacer eso. Es peligroso y tú eres solo un pasante —dijo el Dr. Choi, impidiéndome hacer lo que estaba a punto de hacer.

—¿Por qué? ¿Puedes operarlo en ese estado? Tus manos siguen temblando y tienes dudas. Estaría bien si muriera y ya me he preparado para el peor de los casos. No tenemos tiempo suficiente para hablar, así que cállate. Todavía tengo una persona a la que tengo que salvar. —Llevaba una mascarilla quirúrgica y guantes.

Afortunadamente, cuando le arranqué la camisa, el disparo no fue tan profundo. Comencé a operarlo mientras Seulgi me ayudaba.

Perdió demasiada sangre, así que le pedí a uno de los miembros de su grupo que donara sangre tipo A, y voluntariamente donaron un poco de sangre.

Pude sacarle la bala del pecho y terminar la operación. Después de dos horas y media de operarlo, le cosí la herida y le pedí a la enfermera que lo trasladara a una habitación.

"Operación exitosa", murmuré y me quité la máscara y los guantes cuando de repente alguien me dio un puñetazo en la cara, lo que me hizo tropezar y caer al suelo.