No vale la pena

29 6 2
                                    

Pov. Kitzia
Al terminar mis entrenamientos en Acapulco, volé para la Ciudad de México. Mi familia y yo habíamos planeado hacer una posada, como cada año pero esta vez más espléndida.
Antes de tener una relación con Miranda, viajaba a México para pasar navidad con mi familia y año nuevo la pasaba con Sarah y su familia, en casa de sus padres en México. Pero este año será diferente para mí, nochebuena la pasaré con Miranda y las gemelas, al igual que año nuevo pero sin las niñas, ellas lo pasarían con su papá. Entonces decidí pagar todos los gastos de la posada y disfrutar de los tres días que me había tomado para estar con toda mi familia. Ansío ver a mi mujer, pero también necesito de mi familia, mis sobrinos me han estado pidiendo pasar unos días en México para poder jugar con ellos además que tengo un sobrinito que no he visto desde sus primeros 4 meses y ahora ya tiene 9 meses.
Llegue a la ciudad el 20 de diciembre al atardecer y planeo irme el 23 por la mañana a Nueva York.
Durante la posada, que se hizo en casa de mis bisabuelos, fueron llegando mis familiares, mis sobrinos de: 10, 9, dos de 6 años, dos de 5 años corrieron abrazarme cuando me vieron llegar por lo que caí con todos ellos encima y todavía faltaban por llegar los más pequeños, uno de 2 años y el de 9 meses.
Todos elogiaban mi progreso físico que he obtenido este año, y me felicitaron por el reconocimiento internacional que he estado teniendo. No faltaron los que preguntaban por mi novia y el porqué no la había venido conmigo. Y tuve que excusarla diciendo que era una mujer muy ocupada y que era complicado el que saliéramos en público por lo que mi mamá soltó su opinión "repitiendo la relación que tuviste con Silvia" de inmediato sentí escalofríos por todo mi cuerpo y no pude evitar molestarme por la impertinencia de mi mamá frente a mis demás tíos. Cuando iba a responderle para hacerle sentir mi molestia escuché como otros soltaron sonidos de alegría al ver llegar a Mateo el más pequeño de la familia.
-Kitzia, mira quien a venido a verte.
Volteo para ver a mi prima y a su esposo, él tomando de la mano a Francisco y ella cargando al pequeño Mateo. Olvidé por completo mi molestia y camine hacia ellos para saludarlos mientras tomaba en brazos Francisco quien me miraba como tratando de recordarme, llevaba meses sin verlo, pero él dejaba que lo mimara. Bajo de mis brazos a Francisco para tomar al pequeño Mateo quien su mamá me lo estaba estirando para poder al fin cargarlo. Lo cargué de forma vertical por lo que su carita quedo a la altura de mi barbilla. El se hizo para atrás y me miró a los ojos muy sonriente.
K: ¡Hola Mateo! Ya tenía muchas ganas de verte.
-Y Mateo soltó un pequeña risa para después guiñarme con sus ojitos. Todos soltaron un "aaay" y yo me derretí de ternura.
-Ves Kitzia. Te siguen los niños, eso es una señal de Dios. -Suelta una tía, por lo que todos reímos.
Durante casi toda la posada tuve en brazos a Mateo quien tampoco quería soltarse de mí, a veces se lo daba a sus papás para jugar con mis demás sobrinos quienes pedían que jugara con ellos a las atrapadas o a las escondidas, también porque bailaba con mis familiares. Pero siembre que tenía oportunidad, tomaba en brazos a Mateo.
-Kitzia, me prestas a Mateo. Tengo que cambiarle el pañal.
K: Yo sé lo cambio.
-Si! Deja que lo haga para que vaya practicando.

Reí por el comentario de mi abuela. Mi prima y yo fuimos a dentro de la casa de mi bisabuela para que me recordara cómo cambiar bien el pañal. Al estar listo volvimos a la fiesta.

Una hora después, Mateo lloraba por su mamila y volví q ofrecerme para dársela. Entre a una de las habitaciones de invitados para prepararle su mamila y después recostarme con él para darle su mamila mientras le cantaba canciones de cuna. 20 minutos después no supe quién se durmió primero, si él o yo, hasta que sentí que alguien me movía, era mi prima quien trataba de aguantarse la risa.
-Parece que ambos se arrullaron.
K: Shh! Lo vas a despertar.
-Ambas sonreímos y salimos al patio.

-¿Qué pasó Kitzia? ¿Mateo te arrulló o qué?
K: Es relajante estar cerca de un bebe tío, jajaja.
-Yo digo que ya te consigas tu propio bebé. No dejaste que nadie más lo cargara y ya se durmió- Comento una de mis primas.
K: Ya lo he estado pensando. En cualquier momento, no sé e igual y les llego con mi bebé.

La mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora