CAPÍTULO 24: Brownies

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Al finalizar la cena especial, el grupo se dirigió al 'antro' que Mangel y Rubén habían sugerido.

Mientras estaban en ello, Lina había sido una tumba. No hablaba, ni siquiera con Rubén.

Esto le extrañó mucho a Rubén, así que trataba de acercarse para que al menos le comunicara qué era lo que había sucedido con Samuel, pero Lina se limitaba a contestar bordemente sin revelar algo.

Al llegar a la discoteca, fueron directamente a la barra de bebidas.

Mientras estaban en ello, Lina se había percatado de que las personas del sitio les dirigían miradas curiosas a los youtubers y cuchicheaban entre ellos mismos. Y, a pesar de que esas miradas no eran especialmente para ella, se sentía incómoda.

¿Acaso ya se habrán acostumbrado a ese tipo de miradas que les dan en cualquier lugar?, pensaba la adolescente.

Una vez que tomaron asiento en la barra, todos pidieron lo que querían y las charlas comenzaron. Rubén se había quedado con Lina, dado que sentía un enorme deseo de ayudarle.

—Lina, ¿de verdad no me vas a decir qué te pasa? —interrogó el Youtuber noruego/español, no por tercera vez.

Ella lo miró con el ceño fruncido— ¿En serio te importa tanto?

—Por supuesto. Eres mi amiga —contestó Rubén, tomándole la mano—. Sabes que puedes confiar en mí.

El estomago de la chica se revolvió.

—Solo... —comenzó con voz temblorosa, viendo la mano de Rubén que tomaba la suya—. Samuel necesitaba ayuda y lo único que hice fue empeorar las cosas. De seguro está enojadísimo conmigo por ser tan entrometida en lo que no debo. Tengo esta costumbre de que por más que me esfuerzo por quedar bien con los demás, ocasiono lo contrario.

Al escuchar eso, Rubén sonrió ampliamente y negó con la cabeza.

—Lina no estés mal por eso. A veces la desesperación que causan nuestros problemas nos hace cometer errores o decir cosas sin pensarlo —explicó su amigo—. Estuvo bien tu intención de ayudar, pero si él no cede, no debes insistirle. Si Vegetta quiere solucionar él solo sus problemas, respeta su decisión.

Lina exhaló lentamente y conectó sus ojos con los de su compañero. Él la miraba esperando una respuesta suya, esperando que hubiera servido lo que había dicho.

[...]

En el mismo lugar, la pelirroja y la castaña que habían hablado con Rubén y Mangel anteriormente seguían bebiendo y bailando sin cansarse. De pronto, se percataron de que los chicos mencionados habían vuelto al sitio.

—Ellos no son... ¿Rubén y Miguel? —preguntó la castaña, observando a los chicos.

— ¡Oh, sí! —Exclamó su amiga pelirroja abriendo mucho los ojos— ¿Serán solteros? ¿No les preguntamos eso, verdad?

— ¿No los conocen? —interrogó un chico curioso que estaba cerca de ellas.

— ¿Cómo? —preguntó la pelirroja totalmente desorientada.

—Ellos no son chicos cualquiera —respondió el chico, señalando todo el grupo de los Youtubers sentados en la barra—, son Youtubers muy reconocidos en todos los países. De los que ustedes hablan se hacen llamar 'Rubius' y 'Mangel'.

Las chicas se quedaron calladas, sin saber qué decir ante la noticia.

—Bien, las dejo —dijo finalmente el suscriptor—. Tengo pensado pedirles una foto antes de que más personas se acerquen.

Encanto Inexperto (Fanfic Rubius) (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora