CAPÍTULO 12: ¿Sonrojarte? Sencillo

281 17 2
                                    

— Narra Rubén —

Habíamos pasado por unas tres tiendas y encontramos mucha ropa guay para Lina, que hasta yo me emocioné de tan solo imaginarla con ella puesta.

Aún no me arrepiento de haber venido.

Podrían pensar que esto que estaba haciendo era una completa locura, que gastaba mi dinero en una chica que técnicamente es una desconocida. Pero, ella ya entró en mi lista de personas que me importan. Es algo difícil de explicar lo que ella significa para mí y lo que siento cuando la veo feliz... No dispongo de palabras.

Mire la hora y recordé que le habíamos avisado que volveríamos en menos de una hora.

— Eh, Alice —dije tocando su hombro.

— Dime, Doblas —contestó viendo una sudadera que ponía "Sweet".

— Ya va a cumplirse la hora...

— ¡Hostia, es verdad! —exclamó abriendo los ojos más de lo normal— ¡Vámonos!

Salimos de la tienda y subimos al auto de Alice. Ella ya tenía una licencia para conducir y no dejaba pasar la oportunidad de restregármelo a la cara... Sí, tenemos una linda relación de amigos.

El precio de todo lo que compramos no fue grande, de hecho en varias tiendas ofrecían grandes rebajas, por ello, no resultó mucho lo que gasté.

— Me sorprendes Rubén —comentó mi amiga, sin despegar la vista de la carretera— Tu buena obra del año.

Yo me reí—. Me ofendes...

— Ay, ajá.

Paramos enfrente de mi edificio y tomamos el elevador rápidamente. Estaba ansioso por saber cómo reaccionaría con la sorpresa y al parecer, Alice mostraba las mismas señales.

— Ya quiero conocerla —dijo Alice alegre—. Oye, ¿y ella ya sabe que eres... famoso?

— Ella lo notó por su cuenta —suspiré con una mueca—. Siendo sincero, me agradó que ella no supiera que soy un "personaje público", pero en algún momento lo tenía que descubrir.

Alice no dijo nada, simplemente colocó una mano sobre mi hombro y me dio una sonrisa que me dijo: "Está bien". Yo le correspondí la sonrisa, aunque la mía fue algo así como una sonrisa melancólica.

Las puertas del elevador se abrieron y fuimos hasta mi departamento. Al entrar junto con mi amiga, dejé de manera discreta las bolsas de ropa en la cocina, para que no me viera Lina con ellas y le ordené a Alice que me siguiera al salón.

— ¡Lina de mi corazón! —exclamé corriendo hacia ella para darle un abrazo, el cual, me lo aceptó sonriente.

Nos separamos y enseguida opté por presentarle a mi amiga.

— Quiero que conozcas a Alice —hice un gesto hacia ella— Mi mejor amiga.

Lina la volteó a ver y le sonrió.

— Hola Alice, encantada —saludó, tendiendo una mano.

— Hola Lina, Rubén ya me habló de ti —comentó ella, tomando la mano que Lina le tendía.

Me sonrojé un poco y las dos parecieron notarlo, por lo que Lina sonrió ampliamente y Alice guiñaba un ojo.

— Espero que haya dicho cosas buenas —dijo Lina, posando su mirada en mi amiga. Tenía en sus ojos una expresión divertida.

— ¡Oh, qué va! Claro que sí —respondió riendo.

— Ya —intervine yo, con una pizca de vergüenza— Creo que fue suficiente tiempo para conocerse.

Encanto Inexperto (Fanfic Rubius) (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora