CAPÍTULO 42: Preparativos

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—Narra Rubén—

Era el día anterior al cumpleaños de Lina. Sentía que la cabeza me iba explotar de tanta llamada y preparación. Estaba frustrado. Llamadas para la comida, para la música, para los globos, hasta para los invitados especiales.

Me encontraba en casa de Mangel, Lina se había juntado con Vegetitta, Emily y Willy para ir a algún lugar que la mantuviera ocupada mientras yo terminaba de preparar la tan esperada fiesta.

— ¿Puedes parar, tío? —Reclamó Mangel quien estaba jugando a la play que estaba algo ya harto de todas las llamadas que estaba haciendo.

— ¿Puedes callarte la boca de una vez? —Respondí cansado de sus quejas—. Todo lo que haces es quejarte. Pudiendo ayudarme a llamar a los invitados te quedas ahí solamente jugando a quien sabe qué.

—Vale, ¿a quién quieres que llame? —Pronunció derrotado, yo solo me limité a lanzarle una libreta en las piernas. El la miró y abrió los ojos — Joder macho, son muchos, esto me va salir muy caro.

No respondí, esperaba que me contestaran una llamada y estaba desesperado y cansado.

—Regalos y globos, ¿con quién tengo el gusto? —habló una voz de quien claramente era una mujer.

—Emm con Rubén Doblas. Estoy llamando para confirmar que esté listo mi pedido para mañana —respondí amablemente

—Si un momento —esperé solo unos segundos para que aquella persona continuara—. Su pedido eran varios globos con helio, grandes y de personajes, ¿verdad?

—Sí y unos 50 globos normales también con helio —expliqué no sin antes comprobarlo todo en la libreta en la que había apuntado todos los encargos.

—Correcto —se escuchó un breve silencio— .Ya está todo listo para que lo recoja a la hora que acordamos

—Vale, gracias.

—No hay de qué —Y colgué. Era una de las últimas llamadas que tenía que hacer, aparte de la de los invitados, de las cuales se estaba encargando Mangel.

Ahora solo tenía que ir por los disfraces que había comprado para Lina y para mí a la paquetería. Emily me había dicho que los rentara, pero yo quería que los guardáramos como un recuerdo.

—Mangel, ya vuelvo, voy a paquetería —avisé con un grito asegurándome de que mi amigo lo escuchara ya que se encontraba en su habitación haciendo lo que le había pedido. Escuché un "vale" como respuesta y partí hacia mi destino.

Me sorprendí de mí mismo al darme cuenta de que todo estaba saliendo perfectamente, lo había planeado bien. Anoté todo lo que necesitaba en varias libretas: una para la decoración, pastel, música, etc. Y en otra los invitados. Hasta le había dicho a Emily que me dijera los nombres y los teléfonos de algunos amigos de Lina que yo no conocía, pues ellas dos últimamente estaban inseparables.

Recorrí las calles hasta llegar al lugar. Pedí los disfraces y me dieron dos paquetes. Firmé lo que tenía que firmar y volví a casa de Mangel.

Al volver el estaba ya casi por terminar, así que lo dejé que lo hiciera.

Desesperado por ver los disfraces, abrí los paquetes y quedé impresionado abriendo la boca sin querer. Estaban increíbles y no podía esperar a usarlos. Vaya pasada, en serio.

El sonido de mi móvil me sacó de mis pensamientos; se trataba de una llamada de Lina. ¿No se supone que la tarea de Samuel y Willy era mantenerla lejos del centro de operaciones?

Tomé una respiración profunda y contesté—. ¿Hola?

— ¿Quieres un helado? Sé que quieres un helado.

Encanto Inexperto (Fanfic Rubius) (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora