CAPÍTULO 44: Gran día

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Ya eran las 9 de la mañana cuando Lina había abierto sus ojos. Fugazmente la fecha de ese día pasó por su cabeza y ella sonrió ampliamente.

Se levanto tan rápido de la cama que unas luces de colores aparecieron por su campo visual, pero ni caso les hizo. Corrió hacia la habitación de Rubén... pero para su sorpresa estaba vacía tal cerebro de Trump.

Qué extraño.

Tampoco estaba en la cocina, ni en el salón, ni en el baño.
Y concluyó que había salido... otra vez.

Sin embargo, eso no le quitó la felicidad que sintió al despertar. No podía permitirse ninguna emoción negativa ese día, y preferentemente, todos los demás días. Lo intentaría.

Pareciese que no se acordaba de lo acontecido ayer. Como si nunca hubiera pasado...

A lo mejor alguien ya la habrá felicitado por chat.

Se dirigió a su cuarto y encendió la PC. Ingresó a Twitter y se sorprendió por la cantidad de menciones que tenía. Enseguida se dio cuenta de que sus suscriptores habían creado un hashtag #LinasRules donde había miles de felicitaciones. Conforme leía los tuits sus ojos fueron volviéndose llorosos, hasta el punto de derramar una lágrima de felicidad.

Nunca creyó en la posibilidad de que personas desconocidas le tuvieran que tanto cariño. Ahora lo sabía, sabía cómo se sentía Rubén cuando leía cartas de sus seguidores, algo que en su tiempo no entendía... Y es hermoso.

Intentó responder, dar favoritos y retweet a cuantos pudiera, ya que eran demasiados.

De repente le llegó un mensaje directo de Guillermo.

¡Todo parece mejorar!

Lo abrió con entusiasmo y ahí estaba: un saludo junto con una invitación de ir a dar un paseo por las calles de Madrid.

¡GUILLE YA ESTÁ EN MADRID!

La adolescente casi salta de su silla de escritorio por la emoción. Ni siquiera le contestó, porque agarró lo primero que vio en el closet, junto con su ropa interior, y se metió en el baño para darse una ducha rápida. Normalmente no duraba mucho, pero esta vez fue muy rápido para ser real. Salió, se cambió, cepilló y peinó su cabello en una cola baja debido al apuro.

Lina: dónde te veo?

Willy: estoy afuera ;)

La chica soltó un grito agudo y corrió a la entrada del departamento. Abrió la puerta y ahí lo vio, con su tierna sonrisa que provocaba que sus ojos se volvieran más pequeños. Lina no esperó ni una palabra, directamente se lanzó a él, como si fuera su última esperanza en una isla desierta.

Estoy tan feliz de que estés aquí musitó Lina. Se le quebró la voz—. Te extrañé mucho.

Tranquila Lina, toma aire susurró Willy con aires de hermano mayor—. Yo también te extrañé mucho pequeñaja.

La abrazó más fuerte.
Duraron así más o menos medio minuto, ya cuando Lina se había tranquilizado y le dedicó una enorme sonrisa, la cual fue correspondida por el chino. Salieron del edificio y caminaban de manera despreocupada, aparentemente sin rumbo alguno.

Lina se moría de ganas de preguntarle dónde estaban los demás... Emily, Samuel, Alex, Mangel, Rubius... a él no le había visto ni siquiera en la casa y eso la confundió demasiado. Pero no preguntó.

Encanto Inexperto (Fanfic Rubius) (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora