CAPÍTULO 41: Geometry Dash

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—Narra Lina—

Hacía un día nublado afuera. El cielo estaba del color del acero y amenazaba con llover.

Ayer en la noche me había llevado una gran sorpresa. Rubén había cumplido con sus palabras y no salió como últimamente lo estaba haciendo. Él había preparado palomitas, mis golosinas favoritas, refrescos y una lista de películas para ver.

Flashback

¿Rubén?  dije sin poder ocultar mi sorpresa por verlo aquí.

El noruego estaba sentado en el sofá, con la vista fija en la televisión. Cuando escuchó que le hablaba, rápidamente posó su vista sobre mí y en menos de un segundo una sonrisa de asomaba por sus labios.

Lina.

Me acerqué un poco más. Advertí que en la mesa que estaba frente al sofá había un bol de palomitas, dulces y bebidas distintas.

Fruncí el ceño ¿qué... Por qué?

Rubén se puso en pie y me tomó por los hombros. Se me quedó viendo un instante para después sonreír.

Quería... sentía que era necesario que pasáramos un momento juntos, ya sabes, como antes.

"Un momento juntos... como antes"

Esas frases hicieron que se me encogiera el corazón, pero la alegría que fue naciendo en mí causó que el dolor se pasara. Una sonrisa, muy sincera, se dibujó en mis labios... se sintió bien.

¡Anda! Ve a ponerte tu pijama ordenó Rubén, golpeándome amistosamente el hombro.

Fin Flashback

El cielo tronó, trayéndome de vuelta a la realidad. Casi enseguida se puso a llover.

Solté un suspiro al mismo tiempo que me estiraba, acostada en mi cama. De seguro había estado viendo el techo alrededor de media hora, pensando en Rubén.

Estos últimos días he estado pensando mucho en él, más de lo necesario. Y lo único que lograba era perder la noción del tiempo y una sensación muy extraña en el pecho.

Estaba sola y no podía estar más aburrida. Bien podía avanzarle al proyecto de Ciencias o incluso meterme a las redes sociales e interactuar un poco con los subs, pero mi cuerpo ni yo quería hacer el esfuerzo por levantarse.

Me acomodé de lado y abracé uno de los peluches pokemon que me había robado de la habitación de Rubén a la mía. Fui cerrando poco a poco los ojos hasta quedar dormida, arrullada por el sonido de la lluvia al caer.

[...]

Abrí los ojos con pesadez. El cuarto estaba oscuro, evidenciando que ya había llegado la noche.

Una manta me estaba cubriendo el cuerpo y supe enseguida que significaba. Una oleada de energía me recorrió por todo el cuerpo y, aún sin soltar el peluche, fui poco más que corriendo a la habitación de mi compañero de piso.

Y ahí lo vi, frente a la computadora, una mano en su barbilla y otra en el mouse.

Dejé el peluche en un estante, fui hacia mi amigo y lo abracé, rodeando su cuello con mis brazos.

— ¡Vaya! —exclamó Rubén, tomando mis manos con las suyas—. Qué sorpresa, no esperaba que despertaras tan pronto.

—No estaba tan cansada —respondí sin soltarlo.

Encanto Inexperto (Fanfic Rubius) (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora