CAPÍTULO 56: Esto significa peligro

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— Y así fue. De ahí volvimos a la realidad —concluí, cerrando los ojos y liberando un suspiro—. Espero no haber ido muy de prisa...

Abrí mis párpados y mi amiga Emily parecía estar congelada. Maldición, creo que fui muy rápido. 

— Em...

— Lina, yo... o sea, pff —dijo, con ambas manos en la cabeza masajeando su cráneo—. Mi mente en esté momento es un desastre, es que, buah chaval —hizo un movimiento con sus brazos representando a una gran explosión.

Tomé un gran respiro—. Tranquila, te doy tu tiem—

  — ¿Cómo reaccionó Rubius? — se apresuró a decir, tomando mis manos con desesperación.

Me encogí de hombros—. Supongo que bien, no lo sé — agaché la mirada—. No hemos tocado el tema seriamente, sólo me abrazó muy fuerte y me felicitó por haber sido fuerte al enfrentar mi pasado.

Emily gritó, tan fuerte, que terminó asustándome provocando que me cayera de la cama donde estábamos conversando.

— ¡QUÉ DIABLOS LES PASA A USTEDES DOS! ¡AHHHH! —asomé mi cabeza por el borde de la cama... mala idea, porque enseguida me lanzó una almohada, estrellándose en mi cara—. ¿CÓMO TENERLES PACIENCIA, EN SERIO?

Debido a que no quería recibir otro ataque, mejor me senté en el suelo. 

  — Emi, tienes que tranquil— 

— No me digas qué hacer — me amenazó, apuntándome con su pantufla rosa—, ¿no ves que estoy en medio de un ataque shipper Rubina?

— Está bien, vale —alzé mis manos en señal de paz—. Me dices cuando termine.

— Tonta — me insultó, ahora riéndose fuertemente. Cuando terminó, agregó—. Si yo fuera tú, en este instante estaría en los brazos de mi amado correspondiente, dándole mil besos. 

Me imaginé la escena y me ruboricé bruscamente. En consecuencia, mi amiga se partió en carcajadas más sonoras que las anteriores. 

— Te odio, no sé por qué te conté esto — puse mis ojos en blanco—. Chao, ya me voy.

— ¡Alto... ahí loca! —gritó a mis espaldas, con algo de dificultad ya que seguía riéndose—. ¡Aún no acabo contigo!

— ¡Pero yo contigo sí! — respondí de vuelta, ya bajando las escaleras.

Cuando estuve a punto de salir, Emily me alcanzó y se interpuso en mi camino.

— Vamos, es que me llenó de ternura ver tu expresión al pensar en Rubén — se me quedó viendo un largo instante y de pronto sonrió—. No hay duda que él se llevó el premio mayor contigo.

Mi corazón se encogió, provocando un cambio de velocidad en sus latidos. Abrí mi boca, pero me quedé sin palabras. Luego, la pelinegra me abrazó, muy fuerte.

— Ahora entiendo por qué me llevo de maravilla contigo, ¡pues casi eres de mi misma edad, joder! 

Esta vez no pude evitar sonreír. Yo también le dije que la consideraba de mis mejores amigas, si no es que la mejor.

— Vente, vamos a jugar a FIFA o algo — me guiñó el ojo—, que todavía tengo unas preguntitas que hacerte.

— Oh no, esto significa peligro — bromeé, fingiendo estar asustada.

Nos reímos juntas y una vez acabamos, nos dirigimos a la hermosa sala de la hermosa casa.

[...]

Encanto Inexperto (Fanfic Rubius) (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora