- Joder, Mamá, te dije que yo quería los filetes a la plancha, y vas, y los empanas todos... -
- Ya estás hablando de más. Están en la nevera, para que te los frías tú, que luego te quejas de que están secos. -
- ¿Y me los tengo que hacer ahora?. - Acababa de llegar del instituto, y era lo que menos me apetecía. Entendía que mi madre también venía de trabajar, por eso siempre hacía la comida el día anterior, y vale que yo prefería la comida recién hecha, pero... -
- Vaya tela, macho, haberme preguntado. Ahora me tengo que poner a hacerlo todo, siempre igual. -
- Es tu dieta, yo no voy a estar haciendo dos comidas todos los días. -
- Ale, muchas gracias mamá, gracias por tu apoyo. Cuando Papá hace alguna dieta, sí que puedes hacer veintemil comidas diferentes, pero si soy yo, que me jodan... -
Estaba sacando la sartén, y todo lo necesario para prepararme la comida - qué pereza- .
- Tú vuelve a dar otro golpe, y no empieces, eh... -
Y así empezaron quince minutos de discusión absurda con mi madre.
Comí sola, y me fui a mi habitación.
Parecía que esto de la dieta iba a ser un poco más complicado de lo que creía.
Decidí hacer los deberes, solo de aquellas asignaturas cuyos profesores me daban algo de... respeto.
Entendedme.
Eran demasiados deberes... al resto se le podía poner alguna excusa.
Tardé algo más de media hora en hacerlo todo, y me puse un par de alarmas para despertarme de mi más que merecida siesta, dos horas después.
- Vale... tres horas después. Digamos que las siestas se me solían ir de las manos. -
Todas las mañanas me prometía a mí misma que me acostaría antes por la noche, pero nunca sucedía, y era un bucle.
Dormir tarde. Madrugar. Siestas de 3 horas. Menos sueño por la noche. Dormir tarde. Madrugar. “Esta noche me dormiré antes.”. Mentira. Y así, continuamente.
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Pasé la tarde cotilleando twitter, viendo vídeos en YouTube, y mirando qué se cocía por Instagram, Shots, y SnapChat.
Nada muy interesante, pero, me entretenía.
Volví a acostarme tarde - sorpresa - y, cuando me miré al espejo al día siguiente, pensé que el corrector y el maquillaje serían mis mejores aliados esa mañana.
- Uy, qué guapa te has puesto tú, ¿No?. - Me dijo María nada más verme.
- Nah. He tenido que maquillarme un poco más porque tenía un careto... me llegas a ver y sales corriendo. Tú sí que estás preciosa, como siempre, puta. -
- Sí, con estos pelos. - se quejó ella.
- Sí, claro. Si siempre vas perfecta, cállate ya. -
- Lo que tú digas, en fiiiiiiiin. -
Y así seguimos hablando de cualquier cosa, hasta que llegamos a la puerta, donde ya estaban todos esperándonos para entrar.
Era Jueves. El día se pasó rápido, sin nada interesante a destacar, y, en parte, lo agradecía, ojalá todos los días fuesen tan tranquilos como este.
Estábamos en la puerta del instituto, donde solíamos quedarnos hablando un rato después de clase, ya se había ido casi todo el mundo.
- A ver, escucharme, que os quería decir una cosa. - dijo Dani, llamando la atención de todos.
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«Acércate porque te odio.» - Jesús y Tú - Gemeliers
Fanfiction______ es una chica de 17 años que acaba de volver a la rutina después de un verano bastante aceptable. Vive con sus padres, su hermano, y su hermana. Siente adoración por sus tres mejores amigas, de las que apenas se separa, y aunque la vuelta a l...