Capítulo veintinueve.

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- Te lo dije. - vaya, gracias, amor mío.

- Vale, muy bien. Dios. Qué puta mierda. ¿Y ahora, qué hago?. - soné algo desesperada, pero realmente, lo estaba.

- Pues, como tú veas, pero, conociéndote, sé que decírselo, no es una opción. - estaba claro que Marta me conocía más que de sobra.

- Pero, ¿Cómo se lo voy a decir?. Madre mía, para hacer el ridiculazo máximo. No le voy a gustar en la vida. ¿Se puede saber por qué soy tan gilipollas y voy y me fijo en él?. Explícamelo, porque yo no lo entiendo. -

- _______, sabes de sobra que la opción de que le gustes no es tan imposible. Hay gestos, y detalles, que siempre nos han confundido... quién sabe. - Definitivamente, Marta, en su otra vida, fue rubia.

- Que no, que no. No sé cómo narices voy a hacerlo, pero tiene que dejar de gustarme, o tengo que aprender a vivir con ello... joder. -

- ¿Se lo has dicho a Hugo?. -

- No, aún no. Solo lo sabes tú. Cuanta menos gente lo sepa, mejor. Como él se entere, me mato. Y como a ti se te ocurra decírselo a Dani, te mato conmigo. - la amenacé.

- Parece mentira que me conozcas... me ofendes. - contestó.

- Unf, lo sé, lo siento, pero, por si acaso. Tía, encima va el gilipollas y me pregunta que si debería hablar a otra chica... ¿Qué coño se supone que tengo que decirle?. -

- Espera... ¿Qué?. - preguntó mi amiga, sin enterarse de nada.

Le conté todo desde el principio, y cómo me había dado cuenta de que sentía algo por Jesús.
Me dijo que era yo quien debería pensar qué contestarle, y... vale.

Él me gustaba, pero yo a él no, y la vida seguía su curso.

Abrí la conversación con Jesús, y, sin darle más vueltas, le contesté:

- Como tú quieras, si la chica te gusta... -

- Bueno, yo la hablo, si total... -

- Suerte.😂 -

- JAJAJAJAJA gracias!. -

Mierda. Mierda. Mierda.

Acababa de lanzar un pedrusco gigante sobre mi tejado, pero... ¿Qué podía hacer?. No podía controlar mis sentimientos, y mucho menos aún, los suyos.

Esto era lo que había, y yo tendría que amoldarme a ello.

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- Bueno, ¿y tú, qué tenías que contarme?. -

- Ah... -

Eran alrededor de las 21:30, estaba tumbada boca arriba en mi cama, con el pijama ya puesto, y a punto de contarle a Hugo las buenas nuevas mientras hablábamos por teléfono... nótese la ironía.

No estaba segura.

Él me había contado que todo seguía viento en popa con Alfonso, y no hacía falta que me lo jurase... Alfonso estaba de lo más feliz últimamente, y yo no podría alegrarme más por ambos.

Los dos hablaban mucho con los gemelos, y tenía miedo de que la noticia se extendiese por terrenos no deseados...

- Es que, a ver... sé que si te lo digo, no vas a contar nada, pero tienes que jurármelo. - insistí. - Como salga de aquí, me da algo, y no puedes contárselo a nadie, ni siquiera a Alfonso... si no vas a poder mantener el secreto, dímelo, porque es muy importante. -

- Madre mía, ______, ¿A quién has matado?. - contestó Hugo, que comenzaba a preocuparse.

- No me vaciles, que esto es serio. - me quedé callada un segundo. - Dios, qué asco. -

«Acércate porque te odio.» - Jesús y Tú - GemeliersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora