«Acércate porque te odio.» - Jesús y Tú - Gemeliers

EPÍLOGO.

- DOS MESES DESPUÉS. -

- ME HAN COGIDO. -

Me apareció la notificación de whatsapp de una conversación con Marta, mientras veía un vídeo de youtube, y no dudé en cerrar la aplicación para contestar a mi amiga.

- NO ME JODAS MARTA, NO ME JODAS, QUE ME MATO. -

- QUE SÍ, TÍA, DIOS, NO ME LO PUEDO CREER. Espera, que voy a llamar a Dani. -

- SÍSÍSÍ, Dios, pagaría por ver su cara cuando se lo digas. -

No respondió en seguida, así que supuse que ya estaría hablando con el que ya era su novio, oficialmente.

Abrí mi conversación con Jesús, haciéndole partícipe de mi felicidad.

- DIIIIOOOS, ¿A QUÉ NO SABES QUÉ? HAN COGIDO A MARTA EN UNA UNI DE AQUÍ PARA HACER MEDICINA. -

- Joder, me habías asustado con tanta mayúscula. - contestó, unos minutos después. - me alegro mucho 👏🏻👏🏻👏🏻, pero me estoy poniendo celoso. Viendo lo visto, serías capaz de ponerme los tochos con ella, en cualquier momento... 😪😪.

- JAJAJAJAJA - respondí. - No sería ponerte los cuernos, porque no eres mi novio, vida mía. 😌 -

Sí. Jesús y yo estábamos genial desde la noche de la fiesta, pero aún no éramos nada oficial.

Yo era algo tradicional para estas cosas, y me encantaría que me pidiese salir. Yo no iba a hacerlo - antes moriría de vergüenza - y esto de estar de rollo estaba bien pero... no me parecía suficiente.

- 😨😨 Eso ha dolido. En fin. ¿Al final vamos esta tarde a eso, no?. - preguntó.

- Ajo y agua. Sip, ¿A las seis y media?. -

- A las seis y media. -

Jesús me había dicho que quería ir a un parque muy bonito que acababan de inaugurar, y que aún no habíamos visto.

No hacía mal día, así que acepté con gusto.

Habíamos quedado con el resto para cenar, así que un paseo con Jesús para abrir apetito, no me parecía un mal plan.

Dani me mandó un audio larguísimo diciéndome que teníamos que prepararle algo a Marta para darle la enhorabuena.

Estaba como loco.

Ella vendría a visitarnos antes de que empezasen las clases, y se mudase definitivamente, y él no quería perder ni un segundo.

Él le había dado una sorpresa y se había presentado en Granada sin decirle nada. Fue allí donde le pidió salir, y Marta estaba más que enchochada.

Totalmente comprensible.

Pero el gemelo adorable no se quedaba atrás, y a mí me encantaba poder apreciarlo.
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Quise preguntarle a Alfonso si él sabía algo del parque al que quería llevarme Jesús, pero estaba pasando el finde en Sevilla con el love of his life - Hugo para los amigos - y no me hizo ni caso.

Hugo seguía siendo uno de mis grandes confidentes, y disfrutaba pidiéndome que le contase con todo lujo de detalles todo lo que me pasaba con Jesús.

Olalla, Laura, María y Noa, eran exactamente igual en ese aspecto, y me tocaba lidiar con todos.

La vida me sonreía, y, aunque todo siempre podría ir mejor, yo no pensaba quejarme.